UN TRAJE APRETADO

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CAPÍTULO 41

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CAPÍTULO 41

ERICK BLAKE 

Días después

_Que si mi amor ya voy en camino — respondo concentrado.

_Vienes temprano porque vas a bailar junto con Ethan.

_¡¿Qué?!

_Me lo prometiste Erick, prometiste bailar para los gemelos. Dijiste que lo hacías por mí.

_Mi amor ¿Es necesario hacer todo esto?

_Si — contestó con un puchero.

Bueno si lo prometí fue por algo, soy un hombre de palabra y cumpliré lo que mi patrona me diga. La vida es una y si hago el ridículo que sea por complacer a mi chica.

El avión ya estaba aterrizando, aún quedaban horas para que la fiesta comenzara, pero de igual forma tenía que llegar temprano y hacer lo que me pida París.

Aún sigo pensando que fue en vano ir a Inglaterra, ninguno de mis compañeros me dio información sobre el caso de la niña, según ellos que lo tienen prohibido. Por otro lado no pude ver a Samanta, ya que se fue al punto central con los agentes delictivos. Cada vez se está desbordando a sospechosos nuevos y eso no cuadra, no hay significado para interrogar a gente que no tienen relación con el secuestro. Cuanto desearía estar ahí y liderar de forma correcta.

Ni que hablar de Amanda, la loca se puso a gritar porque no le ponía la atención necesaria, lo que me pareció raro fue esas marcas que tenía en la mano y como las ocultaba con su suéter, preferí no preguntar por qué literalmente no me importa lo que le ocurra, pero si tiene un bebé es lógico que tiene que protegerse y cuidarse.

_Estimados clientes el avión está por aterrizar, se les recomienda guardar asiento y tomar sus respectivas pertenecías antes de bajar. ¡Que tengan un bonito día!

Al cabo de un rato tomo mi equipaje y espero que todas las personas bajen no se porque siempre hago eso, pero odio estar empujándome para ser uno de los primeros. ¿Qué sentido le dan?

Agarro mi mochila de mano y me dirijo al puente más cercano, le pedí de favor a Carlos que me recogiera y él con gusto acepto. Al principio iba a venir Paris, pero tenía muchas cosas que hacer para ayudar a la mamá de los gemelos y no quería que se estresara más.

_¡Hey estoy aquí! — vino Carlos con un elote en las manos.

Como siempre comiendo.

_Gracias por recogerme —di una media sonrisa.

Lo vi extraño, como si algo tuviera y no quisiera contarme. Sus expresiones eran serias, pero lo disimulaba con la comida.

_¿Qué tienes? — pregunté poniendo mis maletas en la parte trasera de los asientos.

CORONEL SUPREMO ( PRIMOS BLAKE )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora