Tres chicos de la realeza sin dudar los mas guapos y suspirados por todas las chicas: Erick Blake, Ethan Blake y Adam Blake primos de toda la vida viviendo en una misma casa. Paris una chica guapa, pero con bajos recursos siendo la hija de la emplea...
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CAPÍTULO 5
PARIS WILSON
La fiesta había resultado mejor de lo que esperaba, los tres hermanos eran muy amables sobre todo Alessia que no dejaba que Erick la humillara; definitivamente íbamos a hacer muy buenas amigas. Al llegar a casa cada uno se fue a sus habitaciones excepto yo, ya que debía de arreglar unas cosas pendientes para mañana y no me iba a dar tiempo.
_¿Cómo me pude olvidar de comprar los alimentos? — me regañe a mi misma —. Dudo que haya alguna tienda abierta.
Cansada.
Agotada.
Exhausta.
Pero aquí me ven dando mi mayor esfuerzo en el trabajo.
_Entonces mañana no habrá desayuno — escuché una voz proviniendo de la sala.
_¿Quién anda ahí? — me asusté — ¿Ethan? ¿Adam? Si es una broma y quieren asustarme juro que los castigaré — nadie contestaba y estaba todo oscuro.
_El que debería castigarte soy yo — prendió la luz.
Diosito Santo.
_¿Erick? — lo miré confundida — ¿Qué haces aquí y porque querías asustarme?
_En mi primer lugar vine a dejar mi terno a la lavadora y segundo no quería asustarte, pero ahora veo que te espantas con gran facilidad digamos que es un punto a favor para mi.
_Y porque estas en la cocina si la lavandería esta por el otro lado — alce una ceja.
_Me equivoqué — cruzó los brazos.
_¿A te equivocaste? Que coincidencia — reí — Erick ¿Por qué de un momento a otro decidiste ir a la fiesta? Qué yo sepa no querías estar con niños infantiles.
Mi curiosidad me exigía hacerle miles de preguntas.
_Porque sabía que ibas a hacer alguna locura y pues estaba en lo correcto, casi te pones esa pulsera roja. ¿A caso no piensas?, eres una tonta.
Tonta o no, estoy segura que lo tuyo no fue nada mas que celos. El sexto sentido de una mujer no falla.
_Ya dije perdón — volteé los ojos — sé que cometí un error y le prometí a tu abuelo en ayudarlo, pero si tú no quieres recibir mis disculpas allá tú — seguí con las cosas que estaba haciendo.
_Sabes eres rara — habló burlón —. Pero tengo que ser sincero, ese vestido te queda jodidamente sexi lo único malo es tu carácter.
Habla como si él lo tuviera.
_¿Te has dado cuenta de la diferencia entre tú y yo? — hice una pausa — Es que yo si acepto mis errores y hablando de vestido, tienes razón me queda bonito agradéceselo a tu primo — camine hacia la puerta.
