MENSAJES ANÓNIMOS

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CAPÍTULO 24

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CAPÍTULO 24

 ERICK BLAKE

Al entrar al local miles de recuerdos inundaron mi mente, esos que no los puedes borrar con gran facilidad, ya que te hicieron sentir bien en aquellos tiempos. A decir verdad, gran parte de mi infancia la pasé aquí, era como mi escondite secreto por así decirlo, este lugar me hizo sentir vivo y me sacó miles de sonrisas en mis peores momentos.

La indiferencia de mis padres, sus viajes de negocio, navidades y cumpleaños sin su presencia, eran los factores que me hacían sentir solitario y triste. Siempre me pregunté por qué nunca fui la prioridad de alguien, porque siempre terminaba solo sin ninguna compañía. Hasta el día de hoy sigo con esa duda pero con una diferencia, que ahora tengo a París conmigo.

_Hey aquí esta nuestra mesa — habló eufórica — Cumplamos la segunda regla de la lista aunque dudo que acabemos todo eso.

_Nunca digas nunca - di una sonrisa torcida — Yo tengo hambre así que nos comeremos todo hasta dejar el plato vacío.

_Si tú lo dices — enfatizó la última letra de la palabra.

_¿Cuando te he fallado? — dije sin pensar la pregunta.

_¿Enserio? — me miró con cara de pocos amigos — Bueno voy enumerando todas las veces que me has fallado.

_Este... Mejor no digas nada - reí - lo tengo claro.

O eso pienso...

_Aquí esta su torta de chocolate sin nueces y con doble galleta — habló el mesero poniendo el plato en medio de la mesa.

Okey... sí que París tenía razón, no comeremos todo esto.

_Al tan solo ver ya me duele la barriga — se tocó la parte baja de abdomen - subiré más de cinco kilos si como todo esto.

_Hagamos una cosa — puse mis codos sobre la mesa para acercar mi rostro con el de ella — comamos un poco y el resto que dejemos hay que regalarlo a los niños que están jugando — señale.

_Hasta que por fin el coronel piensa — se burló.

_Lo sé a veces soy una cosa, pero bárbara - la besé en la mejilla antes de degustar el platillo.

Al cabo de media hora ya estábamos empalagados por todo el chocolate que habíamos disfrutado, sin embargo había sobrado más de la mitad de la torta por lo que nos dirigimos al sector de juegos.

Sé que no soy muy abierto con las personas y mucho menos con los niños pequeños debido a que mi niñez siempre me dejaban con la abuela mientras que mis primos viajaban con sus padres a distintos lugares del mundo, pero al ver estos pequeñines correr de un lugar a otro, saltando y jugando con la cuerda; hacían que dejara atrás mis rencores y pasados tristes.

CORONEL SUPREMO ( PRIMOS BLAKE )Where stories live. Discover now