Tres chicos de la realeza sin dudar los mas guapos y suspirados por todas las chicas: Erick Blake, Ethan Blake y Adam Blake primos de toda la vida viviendo en una misma casa. Paris una chica guapa, pero con bajos recursos siendo la hija de la emplea...
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CAPÍTULO 39
PARIS WILSOM
Faltaban solo quince minutos para que la alarma sonara, creo que estoy considerando esto de ser madre y hacerle caso a Erick. Literalmente solo hemos podido dormir dos horas, si uno lloraba, el otro no dejaba de agarrar cosas de su alrededor. En estos momentos lo único que se me antojaba era dormir y dejar todo de lado: problemas, angustias, estrés y todo lo que venga relacionado con las amenazas.
Erick ya me contó que no existe ninguna mafia y que su principal sospechoso es Federico, según el porqué quiere quedarse conmigo.
_Nena — su voz sonaba cansado — Me puedes alcanzar el vaso de agua que esta a tu costado, el bebé tiene sed.
¿Y desde cuándo le dice bebé? Que yo sepa les dice chukys o mocosos.
Agarre el vaso y extendí mi brazo para alcanzárselo.
_Gracias — lo tomó y cargo a Arnold para darle como biberón.
El resto del día transcurrió bastante lento, apenas sonó la alarma tuve que preparar el desayuno, aunque Erick se ofreció en hacerlo me negué rotundamente, ya que es capaz de quemar la cocina y cubrir otro gasto no estaba en mis planes.
_Buenos días — entró Ethan con cara de sueño al igual que yo — me podrías hacer un café por favor tengo que ir al hospital y no quiero quedarme dormido.
_Si no te preocupes — puse a hervir agua.
Aún no había ido a visitar a Adam y me sentía mal por eso, pero con los niños y el trabajo no me daba tiempo ni de respirar. Por otra parte habíamos quedado con el equipo para comenzar la investigación y hallar de una vez por todas a los sospechosos, no suena tan difícil, ya que descartamos toda la liga de narcos y mafiosos.
_¡Nani! — oí unos chillidos.
Antes de que pudiera decir algo, di media vuelta y los vi abrazados en mis piernas, uno en cada lado. Esperaba que alguien me ayudara a quitármelos de encima por lo contrario podría lastimarlos al momento de caminar.
_Y estos pequeñines — habló Ethan dando una sonrisa —¿Han dormido aquí?
_Si — conteste — soy niñera por el momento y la madre de estos pequeños traviesos me pido de favor que se quedarán conmigo porque se le haría difícil venir a la hora acordada.
_Entiendo... Y ustedes como se llaman — vi como se puso a jugar con ellos.
_Yo Aron y el Arnold — dijo en voz alta señalando a su hermano.
En estos dos días que llevó cuidándolos ya he podido descifrar quien es quien, Arnold tiene un lunar en su cuello mientras que su hermano no.
_¡¿Así que aquí estaban?! — vino con los brazos extendidos con la intención de cargarlos al mismo tiempo. - Saben la preocupación que me dio al no verlos en el cuarto.
