Felizmente casada

Start from the beginning
                                    

Su estómago empezó a rugir de hambre, pero lo ignoró sumida en su concentración, por fin pudo ver sus notas y su corazón se disparó. No entendía nada, al igual que muchos de sus compañeros, habían anotaciones extrañas, la gente se preguntaba qué significaba aquello, ¿estaban aprobados o no?, ¿pasaban de curso o no?, ¿qué eran aquellos extraños símbolos en rojo?, no recordaba haberlos visto antes.

Una Coordinadora de dirección, se subió a una silla quedando bien visible y utilizó el hechizo megáfono para resolver aquella duda. Todos con la respiración contenida, la escucharon un instante en silencio.

—¡LOS SÍMBOLOS ROJOS JUNTO A VUESTROS NOMBRES, SIGNIFICAN QUE HABÉIS APROBADO! —la gente gritó de alegría pero ella impuso silencio y prosiguió— ¡SIGNIFICA QUE HABÉIS APROBADO CON LA NOTA MÍNIMA!, ¡LO QUE QUIERE DECIR QUE NO APLICARÉIS PARA PASAR AL SIGUIENTE CURSO!, ¡Y AQUELLOS QUE HAYAN SIDO BENEFICIADOS CON UNA BECA, LES SERÁ RETIRADA!, ¡NO PODRÁN PRESENTARSE A LAS NUEVAS PRUEBAS DE ACCESO EN AGOSTO DE ÉSTE AÑO!, ¡TENDRÁN QUE ESPERAR A QUE PASE EL PRÓXIMO AÑO ESCOLAR, PARA VOLVER A PRESENTARSE A LAS SIGUIENTES PRUEBAS!, ¡PARA CUALQUIER OTRA DUDA VAYAN AL DESPACHO DE COORDINACIÓN! —dicho eso, se bajó de la silla y desapareció en la muchedumbre.

—¡NO!, ¡NO, POR FAVOR, NO PUEDE SER! —gritó Hermione, corriendo a toda velocidad en dirección al despacho del director. Había sido más rápida que nadie, por lo tanto sería la primera en ser atendida. Tocó la puerta fuerte e insistentemente, pero no fue capaz de esperar a que respondieran, abrió la puerta y entró observando extrañada, que el lugar estaba vacío. No se paralizó por eso, su mente era un hervidero de preguntas e ideas que no podía controlar. Corrió por los pasillos como si estuviera en una maratón, y llegó sin aliento a la puerta de los despachos de coordinación.

—¡Hermione! —Draco se sorprendió de verla con la cara roja y su melena revuelta, pero él estaba exactamente igual que ella, también acababa de llegar, se inclinó con las manos en las rodillas para coger aire, y pudo observar como en cuestión de segundos, ése pasillo se hacía intransitable de la cantidad de gente, esperando también a ser atendidos.

—¡Draco!, ¿has logrado ver tus notas? —Draco asintió despacio y con mala cara.

—No… no he pasado de curso.

—¡SIGUIENTE! —gritó una secretaria a través de la puerta cerrada. Draco y Hermione entraron inmediatamente— De uno en uno, jóvenes. Uno de los dos que espere fuera, por favor —les comentó una secretaria mientras revisaba una montaña de documentos que habían por firmar.

—¡Por favor, no nos hagan esperar más, venimos juntos porque estamos casados!, ¡podemos resolver esto más rápido, si lo hacemos juntos!— Se quejó Hermione, intentando razonar, y utilizar la carta del matrimonio.

—Sin excepciones Granger, puedes ser atendida después de Malfoy, ya que has llegado después de él.

—¡Pero mi apellido también es Malfoy!, ¡le acabo de decir que estamos casados!

—Hermione… —Draco quiso persuadirla de que bajara el tono y obedeciera, el personal de secretaría era conocido por su falta de paciencia.

—¿¡Por qué me tenéis que hacer repetir las cosas una y otra vez!?, ¡todos los años igual!, ¿¡os creéis que podéis venir aquí a hacer lo que os venga en gana!?, ¿¡no sabéis que hay normas qué respetar!?, he dicho de uno en uno. Granger, espera fuera por favor.

—Está bien Marlene, deja que los jóvenes pasen —El director les dio permiso a ambos de pasar juntos, y los invitó a sentarse frente a su mesa, quiso tomarse las cosas con calma, pues sabía que le esperaba una jornada agotadora— Bien… ¿qué duda tenéis? —pero antes de que respondieran gritando e interrumpiéndose el uno al otro, levando un dedo— que hable sólo uno a la vez, por favor… —Draco y Hermione respiraron profundamente y se calmaron

Enamorarse del enemigoWhere stories live. Discover now