James Sirius Potter

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Los rayos del sol se filtraron a través de las cortinas inundando de claridad la habitación, completamente relajada y descansada, fue abriendo los ojos poco a poco, notaba su suave y continua respiración en la nuca que le producía un leve estremecimiento, tenía sus piernas entrelazadas con las de él, y fue consciente de que sus manos se aferraban a su cintura, ciñendo su cuerpo contra el suyo.

Harry aún dormía abrazado a ella, pegado a su espalda y haciéndole sentir el calor y la firmeza de su musculoso torso desnudo, Hermione fue consciente de su desnudez, de la intimidad que habían tenido y en la que aún se encontraban sumidos, quiso cambiar de postura pero en el momento en el que intentó moverse, Harry se despertó, se estiró con gusto en la cama y bostezó frotándose los ojos, quedaron los dos boca arriba, se miraron fijamente y se sonrieron,

—buenos días... —dijo Harry,

—buenos días —dijo Hermione

—¿qué tal has dormido?, ¿cómo te encuentras?,

—he dormido genial..., profundamente, y..., me encuentro bien, mucho mejor que ayer,

—me alegra saberlo, estaba muy preocupado por ti, ¿sabes?,

—¿ah sí?,

—claro..., eres mi mejor amiga, ¿cómo no me iban a preocupar las cosas que te pasan?, aunque..., creo que ya no podré seguir diciendo que eres como mi hermana... —le comentó risueño, Hermione amplió su sonrisa y se ruborizó mordiéndose el labio, Harry acarició su mejilla sonrosada y apartó algunos cabellos de su cara, estudió su expresión y su mirada.

—¿qué hora será? —Hermione miró su reloj de pulsera,

—son las once y media, hemos dormido bastante... —dijo agradecida,

—¿tienes hambre?, ayer casi no cenaste,

—sí..., tengo un poquito de hambre,

—ufff..., a mí me ha entrado un hambre de leopardo..., ¿qué te parece si nos preparamos mi desayuno favorito?,

—¿gofres con helado, mermelada y nata?,

—jajajaja..., no..., ese era mi desayuno favorito del colegio, mis gustos han cambiado mucho desde entonces, ahora prefiero cosas más contundentes,

—¿más contundentes?, da la impresión de que te apetece zamparte un buen bloque de hormigón... jajaja,

—pues casi casi..., ahora mi desayuno predilecto es el de todo buen troglodita, jajajaja, prima la carne... ¡carne, carne y mas carne!,

—¿en serio?, ¿piensas desayunar carne?,

—sí pero no de cualquier manera, ahora mismo lo que más me apetece es una buena hamburguesa doble, un perrito caliente con salsa trío y cebolla frita bien crujiente..., unas buenas brochetas de pechuga de pollo, y un cuenco enorme de ricas y doradas patatas fritas,

—¿nada más? —le preguntó bromeando,

—sí, una buena jarra de zumo de naranja y calabaza y un considerable pedazo de brownie, ¡ese es mi desayuno perfecto!,

—¡ja!, si desayunas así todos los días..., conseguirás llegar a la avanzada edad de... treinta años, jajaja

—jajajaja, no te burles de mi desayuno..., ¿qué te apetece a ti?,

—mmm algo ligero..., un par de tostadas con mantequilla y mermelada estarán bien, y coincido contigo en lo del zumo,

—pues manos a la obra —dijo Harry levantándose, se le había olvidado que estaba completamente desnudo y al ponerse en pie, Hermione pudo verlo de nuevo como su madre lo trajo al mundo, instintivamente apartó la mirada y Harry se cubrió lo necesario con la sábana, no se sonrojó como ella, pero buscó su ropa interior y se la puso con rapidez, luego encontró su pijama y se lo puso también,

Enamorarse del enemigoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora