Samuel: Si claro, no puedo pegar ojo. Emma me ha metido en la ducha en cuanto hemos llegado a casa xD ¿Te pasa algo?

No habría sido tan mala idea hacer eso con Ed.

Mackenzie: Premio para tu hermana jaja. ¿Puedo llamarte? Tengo que decirte algo.

Esperé su respuesta, sin embargo en vez de un mensaje de texto, vi una llamada entrante en mi teléfono.

-Hola Sam.-Saludé, intentando parecer tranquila.

Pero tranquila no era una palabra que me definía demasiado bien en ese momento.

-Buenas noches, Kenz.-Dijo él, con su típico tono burlesco.-O buenos días, debería decir.

Solté una carcajada ante su comentario.

-No sé cómo explicarte esto.-Comenzé.-Mi mente da demasiadas vueltas, ya lo sabes.

Escuché su risa a través del aparato.

-Estás demasiado pensativa hoy, te saldrán arrugas.-Se burló.-Sorpréndeme.

Respiré profundo.

-Es...sobre el tema de hoy. Todo lo que dije era cierto, pero aún no se si realmente pensé lo que dije, quiero decir, ¿Cómo podría estar con él? Aunque lo evite, sé que saldré mal si sigo lo que dice mi corazón. Debo comenzar a cerrar caminos en mi vida para comenzar otros nuevos, y creo que ese camino está demasiado desgastado y no tendrá salida alguna.

-Me he perdido en la metáfora, Mackenzie. ¿A dónde quieres llegar?

Suspiré.

-Quiero intentarlo contigo. Quiero intentar ser feliz contigo, y quiero enamorarme de ti, Samuel.

Silencio. Eso fue lo único que escuché a partir de ese momento.

-Pues sí que me has sorprendido.-Respondió él.- ¿Lo estás diciendo en serio?

-No te prometo ser la mejor novia del mundo.

-Me has alegrado la noche, el día, y la semana entera.-Rió-Me alegro de que quieras pasar de página, conmigo.

Mostré una media sonrisa.

-Tengo que ver al pelirrojo, lo he dejado en su habitación hace media hora y no da señales de vida. Debería haber hecho como tu hermana y darle una ducha.-Escuché su característica risa.-Buenas noches Sam, la resaca no debe ser buena por la mañana.

-Buenas noches Mackenzie, te quiero.

No me esperé eso. ¿Debía responderle igual? Sí, definitivamente tenía que hacerlo.

-Yo también te quiero, Sam.

Colgué y dejé el móvil dios sabe dónde, estaba demasiado alucinada. ¿Estaba saliendo con Sam? ¿Acababa de decirle a Samuel que quería intentarlo con él?

<<Si, lo has hecho>>

Gracias querida conciencia.

Toqué a la puerta suavemente y no escuché nada, por lo que la abrí con cuidado.

-¿Ed?-Susurré, hasta que lo vi.

El pelirrojo se encontraba sobre la cama abrazado a sí mismo. Sin camiseta.

Miré hacia un lado, sonrojada. Tenía mejor cuerpo del que creía. Los músculos de sus brazos eran notables al estar flexionados. Su rostro estaba sereno y los cabellos anaranjados caían despreocupadamente sobre su frente, dándole un aspecto adorable y sexy.

<<Te recuerdo que por esto te enamoraste de él.>>

Sí, gracias de nuevo conciencia, que sería yo sin ti.

Cold Coffee. |Ed Sheeran|Where stories live. Discover now