☕Saber☕

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Qín Shǐ Huáng y Beelzebub no sabían exactamente qué responder ante las insinuaciones de sus familiares, sinceramente solo estaban acostumbrados a ese trato, en algún punto que ellos ya no recordaban simplemente se acostumbraron y les agradó eso, pero no es que se gustarán románticamente.

Que si pensaban en el otro todo el tiempo, sí, qué harían lo que fuera por el otro, también, que si disfrutan de cada segundo que pasan juntos aunque no estén haciendo nada más que jugar o enseñarle cosas nuevas a la diosa primigenia y que eso podría hacerles ver cómo la familia más feliz de toda la villa, por supuesto que sí...

Oh...

En realidad ambos parecieron alcanzar la iluminación cuando analizaron desde el principio la relación que tenían desde que el Ragnarök terminó, hasta llegaron a recordar esa charla que tuvieron una madrugada bajo la lluvia, donde decidieron empezar de nuevo dejando de lado lo ocurrido en su batalla. En su cabeza se fueron reproduciendo hasta las palabras y expresiones de cariño o comodidad por la presencia del otro que a diario se dedicaban con suma normalidad, y terminaron sonrojándose un poco al darse cuenta que ese cariño de amigos que decían tenerse, en realidad era el cariño que sentían dos personas cuando estaban profundamente enamorados de quien los acompañaba.

Como esos casos donde dos mejores amigos se enamoran y no termina en desastre. Una clase de milagro mandado en persona por Dios, algo un poco irónico teniendo en cuenta que uno de ellos era un demonio.

Saber ello, lo hizo volver a verse notando las mejillas teñidas de carmesí del contrario, haciéndoles inevitable soltar una pequeña risita que les dió respuesta suficiente a los de su alrededor con respecto al tipo de relación que ambos tenían, aunque efectivamente, ellos fueron los últimos en darse cuenta de esto.

–Tú quisieras—

Emperador y demonio se sonrojaron aún más cuando hablaron al mismo tiempo para decir lo mismo, arruinaron la oportunidad de ambos en confesar lo que tenían que confesar.

–¿Me dejarías hablar—?

De nuevo.

Sus familiares se rieron sonaramente de esto, pero a ellos les molestó un poco e hicieron un puchero con los labios, pero no tardaron mucho en sonreír de nuevo, no podían ni siquiera fingir enojo ante el otro.

–Que hable el abuelo primero–dijo Ziying queriendo molestar.

–Me haces sentir viejo con eso de abuelo...–dijo Qín Shǐ Huáng antes de suspirar–pero, lo que quiero decir es que...en realidad sí creo...amarte más que quererte...

–Creo que confundí cariño con amor...no sé sí es es normal...–dijo Beelzebub sonriendo nerviosamente.

–Es mejor que confundirlo con hambre–dijo Asmodeo queriendo burlarse de su hermano.

–¿Has confundido el amor con hambre?–preguntó Qín Shǐ Huáng mirando divertido al príncipe del infierno.

–Soy el demonio de la gula, ¿qué esperabas de mí?–dijo Beelzebub tratando de justificarse.

–Ok, ok, entiendo...–dijo Qín Shǐ Huáng tratando de contener la risa–¿entonces sí me amas, verdad?

–¿Tú me amas a mí?–preguntó Beelzebub con una sonrisa tranquila.

–Te amo mucho–dijeron ambos azabaches al mismo tiempo, sonrojándose más, pero esta vez con una sonrisa en sus labios.

–Se están confesando enfrente de nosotros...–dijo Amon sin saber cómo tomarse aquello.

–Que bueno que esto no es una iglesia o nos empezaríamos a quemar...–dijo Mammón sobando su cabeza.

–Beel lo hace para saber si Lucifer interferirá en algo–dijo Leviatán mirando de reojo al susodicho.

–¿Vas a interferir? ¿Por qué?–preguntó Qín Shǐ Huáng confundido mirando a Lucifer.

–Entenderás que mientras Hades reina sobre los dioses del Helheim, yo reino sobre los demonios del mismo, y no suelo dejar que tengan parejas–dijo Lucifer con suma seriedad.

–¿Enserio darás ese sermón?–preguntó Beelzebub bufando hacia el mayor de sus hermanos.

–Hmph...no, no lo haré en esta ocasión–dijo Lucifer cruzando los brazos–no estamos hablando de entregarte a un dios, así que lo dejaré pasar

–Muchas gracias, Lucifer, ya fue demasiado con lo mucho que se tardaron en darse cuenta–dijo Nittiyam aliviada.

–Y no estamos hablando de entregarme en matrimonio–dijo Beelzebub rodando los ojos.

–No podrían casarse de todos modos...–bosteza–también te quemarías–dijo Belfegor acomodándose en el regazo de Leviatán.

–Los demonios se queman muy fácilmente...–dijo Fusu un poco preocupado.

–Y aunque no lo creas, si nos lanzan al fuego no nos quemamos–dijo Leviatán confundiendo más al chino de ojos blancos.

–Eso está más confuso que comprender la relación de ustedes dos...–dijo Meng Tian mirando hacia el emperador y el Señor de las Moscas.

–Con que se amen está bien para mí–dijo Nittiyam desprendiendo corazoncitos a su alrededor.

–Nos amamos–dijeron los azabaches volviendo a tomarse de las manos.

–Aunque si siguen así yo los voy a quemar–dijo Lucifer arruinando completamente el momento.

–¡Silencio!–dijeron todos hacia el demonio mayor.

–¿Y van a besarse o esperarás a quemarte en el altar?–preguntó Leviatán de forma burlona.

–¿En qué momento se les metió a todos lo piromano? ¡Tú literalmente vives en el agua, Leviatán!–le gritó Beelzebub al demonio de la envidia.

–Aunque yo sí quisiera besarte–dijo Qín Shǐ Huáng bastante pícaro.

–¿Qu—?

El Señor de las Moscas fue tomado por sorpresa por el emperador chino, quien bajó el silbido de celebración de todos, lo besó en los labios de sorpresa, y tuvieron que pasar unos tres segundos para que Beelzebub procesará lo que estaba pasando y correspondiera al beso.

Insectos Mortales ☕🍵Beelzebub X Qín Shǐ Huáng🍵☕Onde histórias criam vida. Descubra agora