☕Fotos☕

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En la casa de todos los humanos que participaron en el Ragnarök había varios artefactos modernos, teléfono, televisión, instrumentos de cocina, cámaras...eso último es lo más le interesó a Qín Shǐ Huáng, después de todo en sus tiempos no existía la fotografía, y ya ni hablemos de las pinturas que quedaron de él para futuras generaciones, muy bien hechas, pero...no...

Por eso es que siempre que podía tomaba fotos de su alrededor o de él mismo, pero una foto que no tenía era una donde apareciera él, Beelzebub y Nittiyam, y eso que ya llevaban un tiempo viviendo juntos, además de que si quería obtener una foto de ese tipo, tendría que esperar a la noche, porque hasta ese momento la diosa no iba a volver, pero siendo sinceros, era una persona bastante impaciente, por lo que aprovechó el momento en que él y el demonio estuvieron vestidos de la cultura del otro para tomar una nueva foto, algo de lo que Beelzebub quiso resistirse pensando que saldría ridículo, pero al final no pudo hacer nada para evitarlo.

Y no fue la última foto de ese día.

Qín Shǐ Huáng estaba dispuesto a tomar fotos de todo lo que hicieran ese día, por lo cual, Beelzebub tuvo que soportar que tomará fotos de cuando estaban jugando, cuando estaba cocinando, casi le rompe la cámara cuando sin darse cuenta el emperador lo siguió al baño cuando iba a bañarse. La cámara se salvó de un manotazo y una caída.

Llegaron alrededor de las cinco se la tarde cuando Beelzebub le quitó la cámara al primer emperador, empezando un juego no planeado de atrapadas donde, no pregunten cómo, pero Qín Shǐ Huáng terminó sobre la espalda del demonio, solo diré que Beelzebub ahora conocía el dolor de pegarse en el mentón...dos veces, una por su propia caída y otra por la caída de Qín Shǐ Huáng encima suya, lo crean o no, aún así la cámara sobrevivió, y terminaron viendo todas las fotos de la memoria de la cámara.

–La mayoría están medio borrosas, Zhèng, no debes moverte mientras usas una cámara–dijo Beelzebub mirando hacia arriba, ya que el chino seguía sobre su espalda.

–Al menos salimos bien en la mayoría, aunque tú estabas amargado en la mayoría–dijo Qín Shǐ Huáng señalando a la pantalla de la cámara, donde el demonio de la gula estaba pasando sus propias fotos, en las cuales no es que tuviera mucha expresión.

–Tal vez tendría otra expresión si no me hubieras tomado todas las fotos de sorpresa–dijo Beelzebub rodando los ojos mientras seguía viendo las imágenes.

–¿Dices que al menos harías el esfuerzo de sonreír para la foto si te avisará? Bueno, cuando vuelva Nittiyam voy hacer que se tome una foto con nosotros–dijo Qín Shǐ Huáng apoyando su mentón en la cabeza del demonio.

–Nunca enteré este repentino gusto por la fotografía que tienes...–dijo Beelzebub deteniéndose al llegar a la última foto–uh...

–¿Qué pasa?–preguntó Qín Shǐ Huáng mirando confundido la foto.

–Mira esto–dijo Beelzebub señalando hacia el fondo de la foto.

La imagen era otra de las medio borrosas que tomó Qín Shǐ Huáng, donde Beelzebub estaba enfrente de una de las grandes ventanas hacia el exterior de la casa, y si bien estaba empezando a oscurecer por las horas en las que estaban, se lograba ver la silueta de una persona sosteniendo algo en sus brazos desviándose del sendero principal de la aldea para poder llegar a la casa del emperador.

Justo en ese momento el sonido del timbre resonó en todo el lugar, preocupando un poco a ambos hombres, pensando en qué podría ser cualquier persona menos Nittiyam al esa silueta ser demasiado alta para ser ella. Ambos se levantaron de su lugar y fueron hasta la puerta, el demonio iba delante del emperador dispuesto a atacar si era alguien peligroso...

Pero al abrir la puerta lo único que se encontraron fue a un empapado jovencito de ojos blancos que en sus brazos tenía un pequeño perrito pequinés de pelaje igual de empapado color crema.

Insectos Mortales ☕🍵Beelzebub X Qín Shǐ Huáng🍵☕Where stories live. Discover now