🍵Jugo🍵

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Qín Shǐ Huáng en verdad estaba impresionado con el hecho de que Beelzebub supiera hacer jugos de frutas de forma tan simple, y además, que supieran tan bien.

Desde que pusieron un pie en la cocina el emperador había obligado al demonio a hacerle toda clase de jugos de frutas e incluso mezcla de varias frutas que sabían igual de bien, no se dieron cuenta el momento donde pasó de un descanso para jugar enserio al Go a una prueba de bebidas, aunque ninguno de los dos se quejaba de ello, en realidad era divertido hablar mientras uno tomaba algo...sin embargo, se olvidaron del pequeño detalle que no estaban solos en la casa del primer emperador, la diosa encargada de vigilar lo que hacían seguía allí, y ya estaba despierta además.

Ella los veía desde detrás del marco de la puerta, solo asomando sus ojos para ver lo que hacían, aunque ya no debería hacerlo, habían estado hablando tranquilos mientras veían, podría dejarlos solos sin ningún problema, pero estaría rompiendo su promesa con el Padre de la Humanidad si les despegaba el ojo, y ya con dormirse había faltado de cierto modo a esa promesa.

–Oye, pequeña, ¿quieres?

La voz de Qín Shǐ Huáng la sobresaltó un poco, no pensaba que uno de esos dos la hubiera visto ya, pero fuera de eso, el emperador le estaba ofreciendo un vaso con hielos y un líquido amarillo fuerte. Se quedó callada, no había comido o bebido algo desde hace millones de años, no lo necesitaba y ni siquiera se daba el gusto que otros dioses sí para comer algo de vez en cuando, además, no sabía qué era esa cosa, y siendo el Señor de las Moscas quien lo preparó, ¿quién le afirma que no era veneno para deshacerse de ella o algo así?

Bufó ligeramente y se escondió más detrás del marco de la puerta, parecía una niña pequeña a la que le estaban ofreciendo comer vegetales.

–Un jugo no te matará, muchacha, mira, yo lo tomé y estoy bien–dijo Qín Shǐ Huáng de lo más normal del mundo.

–No conozco ninguna forma de matar a dioses de los de tu clase, estarás bien–dijo Beelzebub mientras secaba con un trapo uno de los vasos.

La Diosa Primigenia se pensó aquello por un momento...ambos tenían razón, literalmente no existe veneno que dañe su sistema, y si lo hubiera dudaba que un humano sobreviviera al tomarlo.

Aún estaba desconfiada, pero igualmente entró a la cocina y se sentó junto al primer emperador, quien le dió el vaso con el líquido, lo tomó y tapó su nariz antes de llevárselo a la boca, tembló un poco por lo frío que estaba, pero cuando pasó por sus papilas...en realidad no sabía mal...todo lo contrario, estaba bastante rico. Se tomó el resto del jugo de una sola sorprendiendo a ambos hombres por su repentina confianza, más luego dejó el vaso, y puso sus manos sobre su regazo.

–Sabe bien...–fue lo único que dijo Nittiyam muy suavemente con la cabeza baja.

–...¿quieres más?–preguntó Beelzebub aún sorprendido de la velocidad en la que se tomó el jugo.

–...–Nittiyam dió un pequeño asentimiento, manteniendo la cabeza baja.

–...que linda niña–dijo Qín Shǐ Huáng poniendo una de sus manos en la cabeza de la vieja diosa.

–¿"Niña"?–preguntó Nittiyam miró al emperador sorprendida por cómo la llamo.

–Actúas como una pequeña–dijo Beelzebub llevándose el vaso de Nittiyam para volver a su trabajo.

–Beel puede darte mucho jugo de frutas, ¿quieres, quieres~?–preguntó Qín Shǐ Huáng como si de verdad tratara con una niña pequeña.

–Uh...hmph–Nittiyam volvió a asentir, pero esta vez sin despegar la vista del emperador.

–¡Serán jugos de frutas para los dos, Beel~!–dijo Qín Shǐ Huáng abrazando por uno de sus hombros a la diosa, y con lo que dijo le sacó un pesado suspiró al demonio.

Aunque tanto él como la diosa pudieron ver qué estaba sonriendo divertido a sus espaldas.

Insectos Mortales ☕🍵Beelzebub X Qín Shǐ Huáng🍵☕Where stories live. Discover now