☽ 𝙲 𝙰 𝙿 𝙸́ 𝚃 𝚄 𝙻 𝙾 𝙸 ☾

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Pero nada de eso me importaba porque sabía que sería libre.

En ese momento sentí detrás de mí los pasos de otra persona.

-Maldita zorra, no escaparas, hoy te follare y tendremos el heredero que tu madre no quiso darme-grita por entre la oscuridad, yo sé que el viene detrás pero no volteo a ver, solo corro.

Pero lentamente caigo y me golpeo con la nieve fría.

Me resignó y comienzo a llorar, pero cuando espero su impacto veo como de frente se acerca una silueta alta y oscura.

Luego escucho unos quejidos y veo como una persona está sujetando a mi padrastro, y de la nada por entre los árboles del bosque cae otra persona, de aspecto femenino.

Ellos no parecen estar afectados por el frío, la mujer que cae sobre mi padrastro grita como una loca y se ríe, luego siento como el hombre cae y se escucha como sus huesos del cuello se desplazan.

Lo mataron.

Me quedé aterrada con la escena, intenté gritar, pero mi garganta estaba seca por el frío.

-Fue demasiado fácil para mi gusto, en realidad pensé que batallaría rompiendo su cuello-escucho la voz de una mujer con acento canadiense.

-Creo que te falta agilidad, al ser la mujer debiste llegar primero, pero Rafael y yo te seguimos ganando querida hermana.

-Ay por favor ustedes corren por entre la nieve, yo salto por entre los árboles, eso tiene más estilo.

-Fiore, Harry, no es momento de discutir sobre eso- el hombre frente a mi habla, su voz es serena y fría, el comienza a caminar hacia mí, al estar cerca se agacha, toma mi mano y me levanta del suelo, el me carga por entre el bosque, los otros chicos lo siguen en silencio, yo siento el calor de su cuerpo, pero no distingo quien es, pues la noche y la nieve no deja entrar luz de luna, y sólo distingo siluetas.

El chico comienza a correr conmigo en brazos y su velocidad es alta, llegamos a la mansión y este entra por un pasadizo, no entiendo nada, yo solo estoy ahí, siendo obediente, para que no me maten.

Al llegar a donde hay luz distingo a los 3 jóvenes, uno lleva un traje negro, su cabello es negro azabache y tiene ojos de color azules, su cara es muy perfilada y tiene un arete en la oreja derecha.

La otra es una chica, esta lleva un vestido corto hasta las rodillas y zapatillas bajas, según lo que escuche estaba trepando los árboles, por lo que no tiene sentido según su vestimenta, además tiene los ojos de un color gris oscuro.

Y por último está el joven que me carga, es un chico más adulto que los otros dos, tiene cabello oscuro, su piel es blanca y casi pareciese que no tuviera ningún rasguño, sus labios son rosados y carnosos, y su nariz y mejillas tiene ligeras pecas que se pierden en un rubor natural, pero lo que me asombra son sus ojos, son de diferentes colores, un azul intenso y un gris claro.

Ellos me sonríen y se acercan a mí.

-Sabemos quién eres, también sabemos el infierno que vivías.

-Muchas gracias-digo en voz baja, yo agachó mi cabeza, pero siento las frías manos de él chico y este me hace verlo.

-Quiero que me veas cuando te hable-el habla serio- ahora estás a salvo, no te preocupes por el cuerpo, la nieve y los lobos se encargará.

A partir de ese momento mi vida cambió, poco a poco fui conociendo a esa familia, era algo liberal, pero tenían costumbres raras, los niños eran entrenados para ser resistentes, eran golpeados múltiples veces para que sus cuerpos se hicieran duros, las mujeres en cambio eran entrenadas para ser ágiles y sigilosa.

SUBMISSIVE [ LIBRO 2 ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora