Alicia una joven con un poder muy especial que desafortunadamente en un naufragio pasó por un portal que la llevó a un mundo totalmente nuevo y por descubrir aunque realmente dicha tierra ya fuese conocida en el pasado por los humanos. Nuestra elegi...
El Reino de los Elfos del Mar es uno de las naciones más prosperas y estables del Mundo Mágico, aunque con una temperaturas más cálidas y unas costures distintas a la de sus primos los elfos del bosque, puesto que ellos se encargaban de controlar las mareas con sus poderes lunares, mantener la estabilidad en los ecosistemas marinos y proteger a la tierra firme de los peligros de los océanos tales como Tsunamis o las criaturas corrompidas que se encuentran en sus profundidades, por lo que tenían un papel muy relevante y similar a la de sus homólogos del bosque. Los dos reinos élficos siempre habían sido bueno aliados y se trataban como pueblos hermanos, no obstante desde que Ethuriel ascendió al trono del Reino del Bosque, se ha distanciado de forma considerable de sus parientes del sur y se ha atrincherado en su reino, lo que sumado a intereses distintos que tienen ambos reinos que se dejan ver facialmente en el Congreso blanco a provocado un mayor distanciamiento entre ambas cosas reales e incluso entre los mismos elfos.
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Cuando aparecimos en dichas estancias fuimos recibidos por diez guardias reales que nos escoltaron de manera educada, cosa que no hicieron sus primos de los bosques, hasta la sala del trono donde nos recibió el padre de Norber, el rey de los elfos del agua Namo, aunque en esos momentos todavía no sabía los motivos que llevaron a mi amigo a escaparse de su reino, debido a que realmente todos habíamos hablado más o menos de nuestras vidas, pero Norber de la suya en particular no había dicho prácticamente nada, por lo que me llenaba de curiosidad ver el reencuentro entre ambos elfos.
- Namo: Bienvenidos a la capital del Reino del Agua, Aquarya, un gusto volver a verte hijo mío - su padre abrazo a Norber que permanecía estático-
- Norber: Gracias padre - sonrió levemente- ha sido una larga travesía... por cierto te presentó a la elegida de la Luz, Alicia. - me acerqué a ambos e hice una reverencia-
- Alicia: Un placer estar en presencia de su majestad, le agradezco en demasía que no le afecte mi presencia en su reino - Norber le susurro diciéndole que en el bosque dichos elfos me trataron de criminal-
- Namo: Mis disculpas por tan poco hospitalaria actitud e mis parientes de los bosques, pero aquí respetamos a todas las razas por igual incluida a la Humana, por cierto Melissa un placer verte.
- Melissa: El placer es mío su majestad, a veces siento su reino élfico más acogedor que el mío.
- Namo: - Sonrió con tristeza ya que él y Norber eran los únicos que sabían la verdadera historia de Melissa - Mi reino siempre será tu hogar si así lo deseas.
Melissa y Norber se retiraron a sus aposentos mientras que Jack y yo nos quedamos junto con el amable rey que nos ofreció una taza de té de las colinas del sur para acompañar nuestra charla en privado, puesto que la corte que nos vino a recibir ya se habían retirado junto con nuestros amigos únicamente estando en dicha sala nosotros tres y dos guardias que vigilaban la entrada, su majestad nos explicó un poco la división élfica actual y la coyuntura en la que estábamos sometidos, además de hablar del pasado para tener un presente más estable y un futuro próspero, esas fueron sus sabía palabras.
