Capitulo 17: Bajo las sombras.

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Aquellas personas que portaban blancos maletines, después de decir aquellas frases y entrar a la base escondida en el subsuelo, bajaron unas escaleras hasta llegar a lo que presuntamente era una base de operaciones de algo. En ella, la pareja se encontraría con más personas, quienes serían otros miembros de su organización, e intercambiarían palabras esperando a la llegada del líder.

Quién al cabo de unos minutos se haría presente en el lugar. Vestía completamente de negro, lo único que podría destacar sería el dorado anillo que portaba en uno de sus dedos. El miraría al tumulto de personas presentes, saludando de una forma algo distante con su cabeza, para después tomar asiento en la silla del centro, lo que imitarían los demás presentes en el lugar.

Estando ahí, en casi un absoluto silencio, comenzaron todos a sacar una gran cantidad de papeles, que pondrían sobre la mesa junto a unas fotografías que cada personaje allí presente traería. Al parecer, esto era un preludio antes de la charla que sucedería en el lugar, cada uno dando informaciones sobre sus investigaciones. El primero en hablar sería el líder en cuestión.

—Bien, Qué traen consigo investigadores? —usando un oscuro y serio tono— Espero que traigan avances y si fuese posible, cuerpos.
—Señor Fuhimori. Mi compañero Itate y yo traemos con nosotros reportes de alguien con características similares a uno de los Ghouls de antaño, quién poseía un rango S.
—¿Ah si? Cuéntame más sobre eso, investigador de clase D Shioto.
—Por supuesto señor. Hace unas semanas, a las afueras de un poblado llamado Kiotsume. Fueron reportados por vecinos del lugar fuertes golpes. Cuando el investigador Itate y yo fuimos a averiguar, encontramos rastros de un Kagune ya conocido por la organización. —toma uno de los tantos papeles que tenía sobre la mesa— Hablamos del ghoul registrado como Lanza.
—Vaya, así que luego de un largo tiempo, por fin aparece un energúmeno de tipo Z —se lleva su lapicera a la boca, haciendo pequeños golpecitos en sus labios— ¿Lo ubicaron?
—Si señor, el se ubica actualmente en una montaña a las afueras de la ciudad principal de Sukiden. —el investigador presenta imágenes donde se veía a un tipo con una especie de cola rojiza— Queremos solicitar el permiso para iniciar con las medidas de contención y exterminio del sujeto.
—Realice lo que ustedes estimen convenientes, investigador de clase D Shioto e investigador de clase E Itate.

Ellos asintieron con la cabeza, y agradecieron cortésmente. Luego de eso, ellos se despidieron de su grupo de compañeros y salieron del lugar. El señor Fuhimori esbozaba una tranquila sonrisa, así que quiso seguir con la charla.

—¡Que bien! Pronto uno más de esos bastardos ghouls serán aniquilados. ¿No es eso excelente? —todos los allí presentes asintieron con mucha felicidad, a excepción de uno— Investigador de clase C Jiroe, ¿Ocurre algo?
—Si señor. —el señor Fuhimori se asombró de la respuesta, y con un sutil movimiento de mano, le indica que continúe— Señor. He estado pensando, y creo que aniquilar a aquellas personas no es lo correcto. Solo nosotros sabemos la realidad de sus transformaciones, siendo ellos solo victimas del destino que nosotros liquidamos a sangre fría.

Al escuchar aquel cuestionamiento a las prácticas de la organización, lo que era una alegre sonrisa del señor Fuhimori, paso a ser un sombrío rostro. El no aceptaría que alguien de los suyos cuestione el actuar de la CCG. Así que en silencio y a escondidas de la vista de los presentes, desenfundo un arma que portaba en el costado de su cintura, quito el seguro, y en un rápido movimiento disparo a quema ropa a aquel investigador.

A pesar de ser un acto atroz, ninguno de los presentes sudo en lo más mínimo. Ya que muchos ahí habían visto esa escena ya muchas veces, y sabían muy bien cuales eran las reglas del CCG. Respetar a tu autoridad y nunca cuestionar las acciones que ellos tomen. El incumplió la segunda, por lo que su muerte estaba más que segura, por más que hubiese escapado, la organización lo hubiera encontrado y asesinado.

—¿Hay alguien más que piense como él? —un silencio absoluto invadió la sala— Eso esta muy bien.

Continuando con la larga charla, muchos investigadores dieron sus informes sobre sus investigaciones, otros no presentaron grandes avances, y algunos solo se remitirían a escuchar con atención. La que al cabo de dos horas, finalizaría. El último en irse sería el líder, murmurando algo.

—Cuando se acabará esta asquerosa plaga...

Al otro lado de la ciudad, Ken y compañía salieron de compras, siendo el quien las invitaba a las dos señoritas, la hermosa Aylin y la pequeña Katherine. Al inicio, Aylin se resistió a aceptar la oferta que les hizo Ken para salir, pero ante las súplicas del mismo y de su pequeña, terminó por aceptar.

Y en uno de los locales en el que ellos estaban, por delante de Ken pasó un hombre vestido completamente de blanco junto a un maletín del mismo color. Esto paralizo por completo a Ken, además de volver a poner su ojo de un color rojizo. Empezó a escuchar muchas voces, sintió pánico, miedo, pena, rabia, furia, todo eso en cuestión de segundos. El empezó a recordar cosas que habían estado guardadas por mucho tiempo.

—CCG... —musitó—.

Recordó muchas cosas, casi como si se tratasen de situaciones recientemente vividas, nombres como Akira Mado,  Kuki Urie, Saiko Yonebayashi, entre otros rebotaban en su mente. Veía con claridad como entrenaba con alguien llamado Kishou Arima y como era abatido por diferentes seres.

Cuando logró retomar algo del control de su cuerpo, dirigió su mirada a donde estaba Aylin, y al verla, su silueta fue reemplazada por la de una chica con cabellera azulada, junto con unos hermosos ojos del mismo color, que le miraban con una cálida sonrisa. Mientras que la pequeña Kathe' tomó la figura de una peliblanca con un raíces de color negro en su coronilla, pero que para el, eran sencillamente hermosas.

—T-Touka-chan... Sei-chan —suscitó con su quebrada voz—.

Al cabo de unos segundos, volvió a verlas de la manera normal, pero algo se sentía diferente, era como si ya las conociera de toda la vida, era su familia, y tenía grandes deseos de correr a abrazarlas. Era como si luego de un largo tiempo, volvieras a ver a tu mascota y lo primero que deseas es abrazarle y darle muchos cariñitos. 

Ellas seguían en lo suyo, viendo la gran variedad de cosas que habían en esa tienda, pero para sorpresa de Aylin, sintió como un pequeño pinchazo detrás suyo, y al darse vuelta, vio a Ken estático en ese lugar y con su ojo nuevamente con una tonalidad roja. Pero además de eso, sentía diferente a Ken, no de mala forma, sentía como si algo dentro de ella quisiese acercarse a él —¿Qué me pasa...?— se preguntaba a si misma.

Para Ken, como si ya no tuviese suficiente con todo el calvario que estaba pasando por su cabeza, por todas esas emociones que estaba sintiendo de la nada, y los tantos recuerdos que pasaban frente a sus ojos, percibió como desde su espalda surgía un pequeño cosquilleo, como si algo dentro de él quisiese salir a la luz, como si... Un músculo volviera a nacer. Todo indica, que el rey por años dormido, ese yo tan profundo en el, había despertado. El Rey Ghoul, acaba de renacer.

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Gracias por seguir leyendo mi obra, a pesar de haber cambiado
la forma de narrar la historia, los capítulos se mantendrán
en unos de corta duración, pero si deseas que sean más largos,
házmelo saber en los comentarios :3
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También te invito a leer mis obras:

- "Las personas Cambian"
- "Gracias por Ayudarme - LPC temporada 2"
- "Frases y Escritos SAD"
- "El Coma"
- "La llama del Caos"
- "El último soldado"

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Tokyo Ghoul: Renacimiento (Editando/+1xSemana)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora