Tokyo Ghoul: Renacimiento (Editando/+1xSemana)

Capítulo 15: Limbo

Narra Ken:

"¿Qué significa esto?" "¿Por qué mi ojo se ha tornado de este color?"  Eran unas de las tantas preguntas que estaban rondando en mi mente. ¿Habré sufrido un derrame? Recuerdo alguna ves haber visto a mi padre con ello. El decía que los derrames se daban por haber pasado muchos enfados o estrés y que podría llegar a ser peligroso.

Pero, en comparación a los derrames, el color rojo de mi ojo no es sangre como tal, al menos no lo parece. Tiene más pinta de que de por si el ojo haya tomado ese color, lo cual no le quita lo raro en lo absoluto.

Y mientras que estaba ahí lamentándome y rogando a quien sabe que cosa que no fuera nada malo, estaba ella ahí, Aylin.
Mientras yo estaba haciendo el ridículo, ella estaba ahí apoyándome e intentando calmarme, yo lo notaba pero de todas formas sentía miedo. Y aunque quería detenerme, respirar y tomarme las cosas con calma, sencillamente los nervios me lo impedía por completo. Y seguramente no hubieran frenado a menos que Aylin no hubiese tomado la batuta.

—Hey! ¡Ken cálmate ya! -Me toma las manos- ¡Ken cálmate! Todo esta bien...
—¡¡Pero mira mi ojo!! ¡¿Qué es todo es- -Me tapa la boca-. 
—Tranquilo, no te sirve de nada alterarte. Venga mírame -Le miro-. Cálmate, respira y cuando lo hayas hecho, te lavas lavas la cara y vamos con un doctor y ya esta. ¿Vale?
—V-Vale... -Suspiro- Venga. Discúlpame, seguramente parecí un tonto.
—No, para nada. -Sonríe-  Actuaste como cualquier otra persona lo haría, tranquilo.
—Jaja... Gracias Aylin. -Le miro con una sonrisa- ¿Cómo puedes ser tan bue-... ¡¡Ahhhhhh!!
—¡¿Qué ocurre Ken?! ¡Hey Ke- -La dejo de oír-.

En ese momento en que la vuelvo a mirar a los ojos, sentí un fuerte dolor en mi cabeza, seguido de una infinidad de recuerdos que yo nunca había vivido en lo más mínimo.
Muchos nombres vinieron a mi cabeza, Mado, Hinami, Shirazu, entre otros sin fin de nombres que aún con mi buena memoria, nunca en la vida recuerdo haber escuchado.

De repente, todo se pone en blanco. Solo era una habitación vacía y sin ningún tipo del más mínimo sonido que pueda existir.
Y al cabo de unos segundos, empiezo a oír pasos, pero a pesar de dirigir mi vista lo más rápido que podía hacía donde venían los pasos, sencillamente no veía nada. Y así se mantuvo la situación por quien sabe cuanto tiempo.
Hasta que ya no eran solo pasos, sino que volvían las voces, sin embargo, ahora era diferente que al inicio, ya que no eran voces diferentes sino que todas eran una misma voz... Todas eran mi voz.

Decían cosas muy raras todas, casi podría jurar que hablaban otro idioma. Hasta que llego un punto donde si que pude entender lo que decían...
Por momentos, todas mis voces decían mi nombre "Ken", pero se mantenían ocultas en su estado de invisibilidad. Casi que podrían llamárseles fantasmas o algo así.

Después empezaron a decir frases muy raras "¿Cuánto es 1000-7?" "Quiero desaparecer", entre otras muchas cosas. Incluso llegué a pensar que estaba muriendo, pero... ¿Por qué estaría muriendo? No tiene sentido alguno. Ya que no tengo ninguna enfermedad ni ningún tipo de patología rara.

Hasta que por fin todos mis "yo" (por decirlo de alguna manera) aparecieron frente a mi, lo cual me espanta lo suficiente para caerme y estar a la merced de ellos.
Al pasar esto, ellos se inclinan a verme, yo con el miedo que me daba la situación, no atinaba ni siquiera a saludar.

El primero en hablarme, es uno con cabello negro, idéntico al mío, sin embargo, usaba lentes y vestía completamente de negro. Su voz era bastante seria y cortante, hasta podría decir que era intimidante.

—Hey, ¿Qué te pasa? -Dice-.
—E-Eh... ¿Dónde estoy? -Pregunto-.
—Te hice una pregunta, ¿Qué te pasa? -Insiste-.
—N-No se.
—Joder... Anda levántate.
—C-Claro...

En ese momento, me levanto. Y en ese mismo momento que me levanto, puedo visualizar bien a todos esos "Yo".
Había un pequeño yo, con un color de pelo blanco que, al igual que muchos de los que estaban ahí, alcanzaban mis cejas. Vestía una polera blanca junto a unos pantalones y zapatos negros.
Otro era algo parecido al primer yo que me habló, solo que con un pelo de color blanco.

Y sin la menor advertencia, todos aquellos empezaron a hacerme preguntas, decirme cosas sin detenerse, era imposible entender todo, pero la forma en que hablaban, sabía que no muchos estaban 'felices'... hasta que aparece un "yo" realmente diferente y que al parecer, era una especie de Jefe.

Ya que en el momento en que este aparece, todos se callan. Es más, pasan unos segundos y todos estos desaparecen mientras se iban. Luego de esto, el me mira y con una sonrisa me dice:

—Jaja... Discúlpalos. A veces se alteran... -Ríe nuevamente- ¿Qué haces acá?
—Eh... La verdad no se que estoy haciendo aquí... -Hago una pausa y continuo- ¿Dónde estoy?
—Oh... Ya entiendo. Pues tu solo estas en tu mente. -Suspira y continúa- Pronto sabrás todo... O eso espero.
—¿Saber qué? -Pregunto intrigado-.
—Ya lo descubrirás tu mismo, ahora... Solo cuida de Touka y Sei, ¿Vale?
—Espera...! Quienes son ell- 

En ese momento, mi cuerpo se levanta y regreso por esa especie de camino por el que llegué aquí, regresando a la normalidad.
En ese preciso instante, abro los ojos y veo a Aylin a mi lado, junto a la pequeña Katherine. Miro a mi alrededor y noto que me encuentro en una habitación, sin embargo no parecía ser un hospital o algo parecido... ¡¿Dormí en su habitación o que?!

Intento moverme despacio para no despertar a ambas chicas, lo cual resultó siendo más difícil de lo que creí, ya que uno de mis brazos estaba debajo de la cabeza de Aylin. Con un poco de suerte, pude levantarme sin despertar a ninguna de las dos.

Pase al baño, y al momento de verme al espejo lo primero que noté fue que ese color rojizo que estaban en mis ojos, había desaparecido. Lo cual me alegro bastante y luego de hacer mis necesidades biológicas, me dirigí a la cocina para preparar el desayuno, al final... ¿De alguna forma debía pagarle la paciencia que tuvo Aylin conmigo, no?

Pero, yo no sé realmente que les gusta comer tanto a Aylin, como a Katherine. Así que decidí por cocinar mi especialidad. Por lo que me dispuse a cocinar, con la esperanza de que les guste...

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Y este es el final del capítulo 15 de "Tokyo Ghoul: Renacimento"!
Un capitulo bastante interesante, ya empezando a desarrollar
la historia de esta obra, espero que haya sido de su completo
agrado.

~Saludos!

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- "Gracias por Ayudarme - LPC temporada 2"
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