16:Un nuevo inicio.

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Inochi la abrazo como jamás lo había hecho, su madre no quedo atrás, la discusión sobre dónde irían después de salir del hospital comenzó inmediatamente después que pudo recibir a sus padres, tanto Naruto como Himawari insistían en llevarla a casa, sí "a casa", porqué ya era su casa también, sin embargo Inochi no cedería tan fácilmente, pues aún era ajeno a la relación romántica entre su hija y el zorro de las nueve colas.
Pero estaba segura que su madre algo sospechaba, la forma en qué miraba a Naruto intentar persuadir al líder del clan Yamanaka con insistencia, mucha insistencia, no podía ser normal.

Pero la sonrisa que le dedico lo dijo todo, era un "Tienes mucho que decir" al estilo de su madre.

El color rojo en sus mejillas le devolvió la respuesta.

-Entiendo su postura, pero créame, Ino-chan estará bien en casa. Ahí ha estado viviendo estos últimos meses.

-De nuevo gracias por la gratitud hacia mi hija y sus intenciones de ayudarnos, pero no hay mejor lugar que su hogar -Podía parecer la última palabra, pero Naruto no podía perder esa discusión.

-Por lo mismo -Sus ojos la vieron fugazmente, pero fue sólo necesario notar la postura rígida de su cuello para adivinar lo que se venía.

Ho cielos. ¡Lo que se venía!

Dando méritos a la debilidad de su cuerpo, sintió a su corazón desbocado estar a nada de empezar un paro cardíaco. Apretó los puños durante un par de segundos antes de darse cuenta que Himawari dormía en su regazo, su madre continuaba inmersa de alguna manera en el debate de los rubios sin compartir ninguna palabra de por medio, la ventana a su derecha quedaba demasiado lejos y con la niña en brazos no podría saltar, su plan de ser Mizu aún era válido, pero cayendo en la realidad más allá de sus fantasías infantiles, no podría dar ni un paso sin besar el suelo.

No había escapatoria...

-Inochi, respeto su postura y lo admiro profundamente por la rigidez de sus desiciones pero Ino irá a casa conmigo, a nuestra casa, nuestro hogar.

La señora Yamanaka perfilo una sonrisa discreta gozando un poco de la clara confusión en la cara de su marido, le sorprendía que no comprendiera el mensaje entre líneas de aquellas palabras, aunque ella lo sabía desde mucho antes, debían darle crédito en su mayoría a la inocencia de su hija al creer que podría ocultarle algo así, un día cualquiera llegó a casa con inmensa alegría y procedió a juntar algunas cosas, recuerda la explicación rápida y trabada a grandes rasgos que les dio sin oportunidad de opinión.

-Cariño -Sin acercarse del todo a los varones pero si lo suficiente para volverse el nuevo centro de atención, su voz melosa envolvió al mencionado-, creo que es mejor que nuestra hija decida dónde quiere pasar su estadía.

Para ese punto todos miraban a Ino, esperando una respuesta con líneas de curiosidad y preocupación. Eso debía contarse como traición, traición de su progenitora, su indignado coraje se vio aminorado por el bochorno al caer en cuenta de la actual situación... Su situación, Himawari se movió emitiendo un pujidito, recordándole la única razón por la que su vida u la de Naruto se unieron y era ella. Su nexo, el de ambos, eso que los había unido y que jamás dejaría que los separaran, su pequeña, su niña.

-Papá... Yo, creo que, yo quiero ir con Naruto.

Era la aspereza de su garganta la que le hizo sonar ahogada, pero era la primera vez que se sentía más liberada que nunca. Incluso su sonrisa cansada lo demostró, Inochi sabía que algo no estaba entendiendo de todo eso, un espejismo tan claro como bizarro, la mano suave de su mujer se aferró a su hombro alejando esa confusión.

-Si esa es tu desición cariño, tu padre y yo la respetaremos.

Entonces fue un caso cerrado, todos lo supieron, de un instante a otro Naruto estaba a su lado, rodeandolas con sus brazos y ese olor dulce suyo impregnandose en la nariz de la rubia.
Alguna vez se pregunto qué era la felicidad, ahora tenía la respuesta, de nuevo se encontraba llorando de emoción.
Las manos del moreno se escabulleron entre la fineza de sus cabellos amarillos, acariciando con suavidad, enredando sus dedos en el sin llegar a herirla.

Todo estaría bien.

Sí, todo lo iba a estar, ahora tenía esa seguridad, el futuro quizá era incierto pero sabía de alguna forma que podría salir adelante, los tres podrían hacerlo, por que eran 3, un núcleo, una familia, su familia.

Sus padres observaban todo aquello desde una especie de burbuja, por que no formaban parte, el ambiente estaba fragmentado. Casi dos dimensiones, dos mundos, dos familias.
Y quizá no debían intervenir ya que no entendían del todo lo que sucedía.

Mientras que Ino y Naruto continuaban en ese ciclo íntimo, volviéndose uno por cuestión de minutos, Himawari despertó debido a la extraña presión al verse en el medio de aquel abrazo, aún estaba adormilada y con los párpados pesados, tenía una mejilla marcada y cubierta de saliva, un poco despeinada y los ojos rojizos pero con todo eso extendió sus bracitos intentando abrazarlos también.
Ino rió de ternura al destruir el abrazo mientras pasaba una mano por la carita de la niña, despegandole los mechones pegados a su frente, pronto sintió un suave beso en su cabeza, Naruto sonrió, ella sonrió, la pequeña sonrió frotándose un ojo, su madre también lo hizo, más Inochi pareció recibir una bofetada puesto que palidecio, todo empezaba a cobrar sentido.

La mano del rubio subió hasta tocar su mejilla y le hizo jirar el rostro despacio, y otra vez estando en ese círculo hipnótico donde sus ojos lo decían todo, sus labios se volvieron a unir cerrando ese pacto en silencio.

Cerrando ese pacto, firmando el nacimiento de algo nuevo.

Un nuevo inicio.

🌺🌺🌺

Hola!!!

Sé que me he desaparecido un tiempo pero volví!!!

Y espero que les haya gustado el capítulo, que estamos por iniciar la recta final de está historia.

Muchas gracias a todos por su apoyo y un gran abrazo 💐

~Liz.

Papá soltero✔ Hija prodigio✔ Y...¿¡Mamá sustituta!?✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora