31 días de KatsuDeku en honor al reto de #EsDeFanfics con temática Flufftober
Será 1 capítulo diario por el mes de octubre, cada capítulo estará siguiendo las temáticas que indique el flufftober, pero a fin de cuentas la trama de cada capítulo es de...
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—¡Feliz cumpleaños, Deku-kun!
—Muchas felicidades, Midoriya-san.
—Gra-gracias, chicas. No se hubieran molestado —Izuku tomó en sus manos los pequeños presentes de sus amigas y compañeras de agencia.
Hoy era finalmente el cumpleaños del símbolo de la paz, fue recibido en la agencia con cientos de cartas y presentes de sus admiradores y compañeros de trabajo.
Demasiado avergonzado por ello.
Pero entre todos esos detalles solo uno importaba. Y era claro de quién se trataba.
Su novio tuvo que salir un día antes a una misión al extranjero, por lo que sería un cumpleaños sin él. Aunque eso no evitó el hecho de sorprenderle con un desayuno especial a domicilio.
—Incluso decidiste trabajar en tu cumpleaños, no tienes remedio, amigo —Sero se acercó a él, trayendo los planos de las guardias de ese día.
—Sabes que tiene un problema con el trabajo —Hagakure secundó, el cumpleañero solo agachó la cabeza regañado.— ¡Pe-pero no tiene nada de malo!
Sus amigos tenían razón, era un adicto al trabajo, pero tampoco lo podían culpar. Pudo cumplir su sueño de ser un héroe aún cuando en un principio no tenía una particularidad y ahora era considerado el símbolo de la paz. Era natural que amara su trabajo.
El héroe de las cintas extendió el mapa de la ciudad y comenzaron a marcar las rutas de las guardias de ése día, claramente dejándole el menor trabajo a Midoriya. Iba a ser un día largo.
° ° °
—Ese fue el cuarto asalto el día de hoy —limpió el rastro de lodo de su mejilla.
Aún cuando los percances eran al otro lado de la ciudad, el héroe Deku siempre aparecía para apoyar a sus amigos, acabando por ser regañado por trabajar de más.
Aunque no se quejaba de los días tranquilos, también le gustaba laborar para lo que siempre soñó y arduamente entrenó. Ser un héroe.
Su jornada laboral estaba a un par de minutos de terminar cuando recibió un mensaje de Yaoyorozu, quien le pedía regresar de una vez para dar por terminado su día.
—No me van a dejar trabajar todas mis horas... —murmuró derrotado para encaminarse de regreso a la agencia.
En el camino se topaba con transeúntes que corrían a saludarle y felicitarlo por su aniversario de nacimiento. Él agradeciendo cada gesto y carta que le daban, prometiendo leer cada una de ellas.
Aunque le tomaría bastante hacerlo.
Caminó con sus pensamientos saturados del nombre de su amado hasta que llegó al edificio, saludó a la amable recepcionista y subió hasta la oficina general.
