31 días de KatsuDeku en honor al reto de #EsDeFanfics con temática Flufftober
Será 1 capítulo diario por el mes de octubre, cada capítulo estará siguiendo las temáticas que indique el flufftober, pero a fin de cuentas la trama de cada capítulo es de...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—¡Whoa!~ ¡Es todo un edificio de videojuegos!
—Solo son tres pisos, nerd. Camina, ¿no quieres verlo por dentro? —Izuku engrandeció su sonrisa y asintiendo, jaló de la mano a su pareja.
Ese era uno de los días libres que disfrutaban finalmente como pareja, salían a algún lugar juntos o simplemente se visitaban en la casa del otro a pasar el rato, cualquier pretexto para verse sin las constantes burlas y bromas de sus compañeros.
Esta ocasión, Bakugo eligió a donde ir, e inconscientemente lo llevó al arcade que solía visitar en secundaria.
Estaba dispuesto a compensar todo su patético trato con Izuku antes por un mejor presente.
Volvió a su realidad escuchando los cientos de murmullos de su pareja sobre la cantidad de juegos entre el tiempo de cada uno menos lo que tardarían en ambiar de máquina.
En fin, sin novedad alguna, Bakugo sintió una vena en su frente palpitar.
—¡Joder, Deku! No te fijes en el tiempo, tenemos casi seis horas para jugarlos todos —eso pareció funcionar, pues el de pecosas mejillas guardó silencio un momento para recuperar su enérgico humor.
Ambos se dirigieron al área de juegos de acción y peleas, un área perfecta para Bakugo, deslumbraría a su novio con su perfecta puntería en esos tontos aparatos y volvería a tener los mejores puntajes.
O eso intuyó, hasta que en la primera ronda de la lucha perdió patéticamente contra el inexperto a su lado.
—¡Gané!
—¡Silencio! Estaba calentando, ahora sí te patearé el trase- —y ahí estaba de nuevo, la máquina señaló el nombre de usuario del menor.
—¡Volví a ganar!
Alguien iba a morir esa tarde, y la máquina iba ganando por mucho.
Mientras Bakugo amenazaba de muerte a la consola por hacerlo perder, Midoriya reía por la reacción de su acompañante.
Le aseguró que nunca había ido a un arcade, más no que no era bueno en los videojuegos.
¡Vamos! Su novio era la persona más brillante y genial que jamás conoció, pero supuso que decifrarlo no sería difícil para él.
Bueno, ya lo estaba reconsiderando.
Tomó su mano para distraerlo de darle un trágico final a la pobre máquina inocente. Eso pareció funcionar, tenía su completa atención.
—Kacchan, vayamos a otra máquina, ¿si?
Bien, punto para Deku. Bakugo sin decir más prefirió caminar aún de la mano a otra máquina.
"Luego regresaré por ti, maldita", prometió el alto en su mente.
