Día 12. Anillos de promesa.

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Tokio, agosto 2010

La familia Kururugi había sido muy benevolente al aceptarlo, era algo que la gente de su al rededor siempre repetía. Lelouch estaba harto de escucharlo, no sentía el agradecimiento que querían, aún si sabía que, de no haberlos sacado de su nación, a él y a su hermana, los habrían usado como peones en un juego donde ya no podían jugar. 

Lo único que Lelouch podía sentir era rabia, por lo que paso, por la guerra, por todo. Lo movía el odio y la mayor parte del tiempo solo puede pensar en venganza, son pocas las ocasiones en las que siente algo más, Nunnally era la mayor responsable de esos lapsos, pero también estaba Suzaku.

Suzaku con su mirada soñadora y sonrisa fácil, lleno de inocencia y tratando de ser optimista todo el tiempo. Era exasperante la mitad del tiempo y la otra mitad le calentaba el corazón. Era agradable y disfrutaba de esa sensación, aún demasiado pequeño para entender que significaba.

Jóvenes e inocentes como eran, Suzaku llegó una vez, más emocionado de lo usual, decía que tenía algo que mostrarle y lo llevo a un rincón de los jardines de su casa. 

— Papá me dijo una vez que cuando se enamoró de mamá le dio un anillo. —Dijo rápidamente un muy emocionado Suzaku de diez años, sus mejillas redondas se sonrojaron cuando extendió su mano hacia el pequeño pelinegro, — Así que yo te quise dar uno a ti. 

El anillo en cuestión era un aro de madera tallado torpemente de una rama de lo que Lelouch siempre creyó que era un cerezo. 

El pelinegro se puso el anillo en el dedo anular izquierdo, como había visto en la corte de su padre que muchas mujeres llevaban, Suzaku saco entonces otro anillo parecido y lo coloco en su anular izquierdo. 

— ¿Qué hicieron tus padres después? 

El castaño se encogió de hombros como si no lo hubiera pensado. 

— Estuvieron juntos hasta que mamá murió. 

Lelouch entonces apretó fuertemente la mano de Suzaku, lo vio directo a los ojos y con toda la convicción que podía tener un niño de diez años habló:

— Cuando todo esto termine. Cuando la guerra termine, nos quedaremos juntos hasta el final. 

El castaño sonrió, completamente feliz, asintió con la cabeza varias veces, con entusiasmo— Sí. 

Ahora, siente años después, Lelouch aún tiene el anillo y recuerda esos pocos meses a su lado con cariño, era una mancha de color en esos momentos tan grises; incluso si ahora, cree poco probable que esa pequeña promesa de niños se cumpla, busca el pequeño anillo cuando se siente demasiado frustrado con su realidad.

Sus esperanzas son demasiado pequeñas, así que es una agradable sorpresa cuando alguien toca la puerta de su residencia y al abrir, Lelouch escucha una voz increíblemente familiar. 

— Hola, he venido a cumplir una promesa. 

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Ay perdón otra vez por atrasarme, ayer estaba muy estresada y pues ni ganas de escribir tenía. 

Espero que alguien haya podido leer esto y entenderle xd 

Lo que me lleva a decir, yo no sabía cómo terminarlo y que cuadrara con el cannon y luego me dije a mi misma: "mi misma, esto es un fanfic, modificamos el cannon nmms" jajaja 

En fin, espero que les haya gustado

Besos, se les quiere.

Fluff-tober 2021Où les histoires vivent. Découvrez maintenant