"Ya no recuerdo su voz"

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Axel Derry

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Axel Derry

Por las noches es donde renacen las pesadillas, según dicen algunos. Sin embargo, creo que no es así. Por ejemplo, yo por la noche es donde revivía aquellos momentos donde fui más feliz.

—Axel ¿Me estás escuchando? —desvié mi mirada de la pared para posarla en Charlie.

—¿Mmm?

—Estás muy pensativo hoy —dijo mientras daba un sorbo a su café americano.

—Bueno hoy tuve un día algo ajeteadro y... Es primero —ella me miró confundida. Suspiré y retomé la palabra— Hoy sería un aniversario más con Jayden, pero él... Ya no esta.

Charlie se acercó a abrazarme.

—Debes dejar de culparte Axel.

—No me culpo —murmuré.

Pero ella me conocía tan bien que juro que a veces la odiaba (literalmente)

—Oh, Axel. Si que lo haces y lo sabes bien, llevas culpándote de su muerte durante estos cinco años y creo que no debería ser así. Tú no tuviste la culpa de que esos idiotas lo asesinaran.

Mis ojos se humedecieron al recordar aquel momento.

Sus ojos estaban rojos, y su camisa estaba llena de sangre.

Recordé muy bien cuando llegó la ambulancia.

Flashback

—Axel —susurró con dificultad.

—No hables —mencioné— no hagas esfuerzo. Ya vamos a llegar al hospital —limpié mis lágrimas.

—A-Axel —tosió, y entonces me dolió demasiado al ver como tocía sangre.

—Joven, debe evitar agitarse. Porfavor haga que nuestro trabajo sea sencillo. No se esfuerce —indicó un joven que venía con nosotros en la ambulancia.

—No me queda mucho tiempo, lo sé —sollozó.

—Jayden...

—No te quedes atascado en esta vida, Axel. Debes levantarte y seguir. Yo... yo lamento no cumplir lo que te prometí, pero al menos... sé que cumplí la promesa de amarte hasta el último segundo de mi vida. Y también cumplí la promesa de protegerte.

—No debiste —susurré.

—Claro que debí. Porque Axel, si tu estuvieras en mi posición ahora... creo que mi vida no tendría sentido —entonces sus ojos se fueron debilitando poco a poco.

Y mis sueños se fueron apagando a medida que su corazón empezaba a dejar de latir.

Charlie me miró confusa.

—Creí que había llegado vivo al hospital —me miró.

—Llegó vivo, pero con el pulso débil.

Charlie vio como mis lágrimas deslizaban por mis mejillas con más frecuencia.

En el camino los alejó un corazón ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora