En el camino los alejó un corazón ©

"Cuidados"

Jayden

Caminaba rumbo a mi casa mientras le escribía un mensaje a mi prima. No me había fijado en que el cielo había cambiado su tono azulado a uno gris. ¡Diablos, iba a llover! Y yo no tenía ni un paraguas para poder cubrirme.

Guardé el teléfono y con mi mochila me cubrí de las pequeñas gotas que empezaban a caer, cogí velocidad para ir directo a casa

—Jayden —me miró Lizzy— ¿No llevaste paraguas? —negué.

—Ay cariño, ve a tu habitación a cambiar esa ropa por una seca. Iré sirviendo la comida —asentí.

Últimamente mi relación con mi madre había mejorado. Las cosas eran mejor ahora, pero no quitan que mis recuerdos de infancia sigan presentes. Ya en mi habitación, abrí mi armario y saqué ropa limpia.

Fui desprendiendo de mis prendas para poder ir a tomar una ducha caliente. Mientras me bañaba no pude evitar pensar en todo lo que estaba sucediendo.

Axel con problemas al corazón, y ese tal Thomás detrás de él tratando de cautivarlo con sus detallitos. Se supone que es mi amigo, pero ¿por qué me irrita cuando lo veo cerca a él?

Es loco sentir estás cosas por alguien que es solo un amigo. Un simple y común amigo.

No puedo evitar sentirme extraño por esta situación.

Minutos después.

—¿Se supone que esto vamos a comer? —dije mirando el plato que sin duda era menos que agradable.

—Mamá, valoramos tu esfuerzo, pero sabemos que la cocina no es lo tuyo —Lizzy sí que es directa.

—Lo sé —mamá se tapó el rostro, frustrada— ¿Les parece si vamos a comer a algún otro sitio?

Lizzy asintió emocionada.

—Mmm podríamos ir a comer al restaurante Italia que está en el centro —entonces negué.

—¿Por qué no vamos a comer al restaurante peruano que está cerca del centro comercial? —sugerí.

—¿Peruano? —mi mamá arqueó una ceja— ¿Desde cuando te gusta la comida peruana?

Desde que Axel me habló de ella hace algunas semanas.

¡Ya, Jayden! Como que piensas mucho en Axel ¿no?

—Bueno, Perú tiene la mejor gastronomía del mundo entonces me pregunté ¿Por qué no ir a probar no?

Mamá lo pensó por u momento y luego asintió.

—Tienes razón. ¿Por qué no probar? igual no perdemos nada. Lizzy ve a tu habitación por tu chaqueta y luego vienes para que nos vayamos ¿si? —Lizz asintió.

—Me alegra ver como estás mejor después de todo lo que pasó últimamente —mamá me miro y sonrió.

—Debí haber hecho esto hace mucho tiempo, por tu hermana y por ti. Los padres no somos perfectos Jayden, pero si se que en parte fue mi culpa que crecieras viendo escenas de discusiones y todo eso, pero... a pesar de todo te quiero hijo.