Capítulo 5

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Después del refrigerio volvía a compartir clases con Jayden

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Después del refrigerio volvía a compartir clases con Jayden. Hubo un tiempo donde no podía localizarlo, pero después de unos minutos lo pude ver sentado al fondo con su mirada perdida y sus clásicos audífonos y la capucha que lo cubría.

Iba a sentarme en mi sitio, pero solo por esta vez creí que lo mejor será que Jayden tenga una compañía, aunque lo más probable es que me quiera lejos.

Jayden me miró y suspiró frustrado.

—¿Qué haces aquí? —susurró mientras yo trataba de empujarlo para que me dé un poco más de espacio.

—Solo te haré compañía.

—No creo habértelo pedido, Derry. De verdad que no estoy de humor para esto menos hoy. Vete.

—No —respondí serio—. Hoy me quedo aquí asi lo quieras o no.

—Como quieras —dijo.

No pienso negar que durante toda la clase solo me había dedicado a mirarlo, aunque sea de rojo. Él solo estaba apuntando una que otra cosa de la clase mientras la mayor parte de su tiempo se detenía a pensar y a hacer dibujos vagos en la hoja.

Sutilmente toco su hombro.

—¿Puedo escuchar un poco? —susurré bajito.

Pero el pareció no escucharme y no tuve otra idea que quitarle un lado del audífono y colocármelo en la oreja.

—¿Qué diablos hace? —me susurró él mientras me lanzaba una mirada enojada.

—Solo quiero escuchar un poco de tu música.

—Quítate el audífono ahora mismo, Derry.

—No —sonreí.

—¡Que te lo quites! —alzó un poco la voz llamando la atención de la profesora.

—Ya veo que están demasiado atentos a mi clase. Joven Derry y joven Rizzo ¿algo que deseen aportar a mi clase? —dijo.

Jayden tomó su mochila y yo solo lo miré.

—Ya veo a dirección los dos. Veremos si es el director estará interesado en su conversación.

Stupefacente —soltó Jayden irritado mientras agarraba sus cosas y salía del aula conmigo siguiéndolo.

Ya me imaginaba lo que se venía.

El director no pareció feliz con nuestra pequeña visita a su oficina.

—No importa lo que hayan hecho jóvenes. Joven Derry ya es la segunda vez que está aquí y es una pena. En tanto a usted joven Rizzo prefiero no mencionarlo.

—No me queda más opción que volver a comunicarme con sus padres, Derry.

—¡No! Por favor hoy no. Mamá y papá tienen un juicio en unas horas si les avisa que estoy en detención se van a preocupar y van a perder su caso por mi culpa —dije.

En el camino los alejó un corazón ©Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt