[Terminada] [En edición]
Axel Derry no hubiera creído que un incidente en la biblioteca con el "chico nuevo" iba a iniciar una etapa en su vida que lo iba a marcar para siempre.
Pero había algo en Jayden que lo hacía tan interesante y tan...¿Lindo?
...
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Axel
Desperté con un horrible dolor de cabeza. ¿Estaba en mi casa?
—Axel —volteé y ahí estaba él... estaba Jayden.
—¿Dónde estoy? —dije.
—En la enfermería de la preparatoria.
—¿Qué ocurrió?
—Te desmayaste.
—Oh —intenté levantarme, pero... ¡Mierda! El dolor de cabeza era insoportable— ¡Auch!
—No hagas movimientos bruscos, parece que la fiebre hizo que también te diera dolores de cabeza y es posible que cualquier movimiento brusco te duela o te mareé.
—¿Cómo sabes eso? —pregunté.
—Me lo dijo la enfermera.
—Ah... mi mamá debe estar preocupada porque no estoy en casa, debo irme Jayden.
—Ya llamé a tu mamá y le dije que estás mal.
—Pero como si no tienes su número.
—El director me lo dio. Ella viene hacia acá.
—No debieron preocuparla.
—Es tu mamá Axel, es obvio que querrá saber en la condición que está su hijo.
—Tienes razón —suspiré.
La puerta de la habitación se abrió dejando ver mi mamá con un semblante de preocupación. Se acercó corriendo hacia mí para abrazarme con fuerza.
—¡Ay dios mío! Dime qué estás bien mi pequeño —dejó besos por todo mi rostro.
—Estoy mejor mamá —dije algo fatigado por el exceso de cariño.
—Axel está bien señora, la enferma dijo que sólo necesita reposo y ya mañana estará como nuevo. Solo fue una pequeña fiebre, pero por lo que veo Axel no es tan fuerte como pensaba —este chico... en vez de hablar cosas buenas de sus labios salía cada cosa.
—Axel siempre fue delicado hasta cuando era pequeño —comentó mi madre. ¡Porfavor, que no cuente lo que me pasó de chiquito! —si te cuento que Axel una vez se le aflojó el estómago cuando estábamos en pleno juzgado. Recuerdo que aquel día no pude dejarlo porque la niñera había tenido un inconveniente y pues tuve que llevarlo conmigo a dónde iba a litigar. Ese día jamás lo olvidaré, tuve que salir corriendo con Axel camino al baño
—¡Ya mamá! —dije, seguramente mi cara en este momento estaba rojo como un tomate. ¡Qué mujer, como avergüenza a su hijo! ¡Y justo con Jayden mamá!
—¡Ay cariño! Jayden es tu amigo y es normal ¿No? Aunque a ustedes los jóvenes todo lo que les pasó en su niñez les avergüenza.
Cubrí mi rostro con mis manos. No quería ni ver la cara de Jayden. ¡Por dios, que roche!
