𝗭 𝗢 𝗢

9 4 5
                                    

En realidad, nunca me habían gustado los animales, no me gustaba tener mascota y no quería tener ninguna, había muchos animales que me daban miedo y muchos otros que simplemente me aterraban. Por eso me sorprendí al recibir un mensaje de Nim sugiriendo ir al zoo mientras trabajaba, me aflojé la corbata y leí el mensaje que decía que él quería ir a uno que además tenía un acuario. Le dije que sí iría con él y que compraría yo las entradas esa misma tarde, aunque sabía que yo no lo iba a pasar bien; iba a estar en un sitio rodeado de animales que probablemente solo conozca gracias a Taekyung y además tendría que caminar dentro de un túnel de cristal lleno de vete tú a saber qué tipo de animales nadando sobre mi cabeza. No me entusiasmaba nada el plan.

Compré las entradas en Internet en la página web del zoo mientras el chófer de mi madre me llevaba a casa, siempre solía hablar con él pero nunca respondía así que simplemente abandoné la idea de poder llevarme bien con él hace bastante tiempo.

Cuando llegué a casa Nim estaba tumbado en el sofá leyendo tranquilamente, estaba tan concentrado en el libro que estaba leyendo que ni se dio cuenta de que había llegado, aunque tampoco se asustó cuando me acerqué de repente a saludarle, lo más probable es que solo me estuviese ignorando. Pero no me molestó, Nim siempre hacía esas cosas, era su personalidad y una de las muchas cosas que me hicieron enamorarme de él.

—¿Tienes las entradas?— me preguntó sin siquiera levantar la vista de la página que estaba leyendo. Solo asentí con mi cabeza y él pareció haberlo notado—. ¿Cuándo tenemos que ir?— Volvió a preguntar, una vez más sin levantar la vista del libro.

—Mañana, aunque podemos ir otro día si quieres, puedo comprar nuevas entradas—. Especifiqué lo último en caso de que Nim tuviese algo que hacer, aunque lo dudaba.

—Okay—. Cerró el libro y se sentó antes de indicarme que me sentase también. Una vez estuve a su lado apoyó su cabeza en mi hombro y yo le rodeé con mi brazo acercándole a mí—. Sabes que no tienes que venir si no quieres, ¿verdad?—Nim me preguntó y yo asentí antes de besar su cabeza.

Después de eso decidimos pedir algo de pizza, eligió Nim cual pediríamos y fue una de cuatro quesos con beicon, aunque tuvimos que quitarle la cebolla porque a ninguno de los dos nos gusta. No tardó mucho en llegar y además llegó calentita así que estuvo muy rica la cena. De postre sacamos una tarrina de helado de huevo Kinder y llevé al salón dos cucharas para poder tomarlo allí, estuvimos comiendo hasta terminarnos el helado, por suerte teníamos más en el congelador para otros días.

Antes de ir a dormir decidimos darnos un baño juntos, era una costumbre que teníamos para ir a dormir limpios, luego a la mañana siguiente solíamos darnos una ducha rápida. Me encargué de llenar la bañera con agua tibia y añadirle espuma y una bomba de baño de color rosa y con olor a cereza, mis favoritos. Llamé a Nim para que viniese a duchar y aproveché para ir desvistiéndome en lo que él llegaba, aunque no entré a la bañera hasta que Nim llegó para poder a ayudarle a sentarse sin resbalarse. Una vez Nim estuvo sentado soltó un suspiro de lo que supuse que era alivio, me senté detrás de él y besé su nuca. Hablamos durante un ratito antes de que comenzase a lavar su espalda bajando mis manos más de lo normal y tratando de convencer a Nim de que era necesario, aunque evidentemente no me creía.

La espalda de Nim estaba llena de pequeñas cicatrices causadas por quemaduras, cuando éramos más jóvenes, es decir, durante los últimos años de colegio y los seis años de instituto, Nim solía tomar duchas con agua muy caliente, que le causaban en un principio quemaduras leves, aunque como solía ducharse a diario esas quemaduras empeoraban. Nunca me contó el motivo de porqué hacía eso y yo nunca insistí en que me lo contase, no quería presionarle, simplemente esperé a que se sintiese cómodo para compartir su historia conmigo.

Soulmates [BL story] Where stories live. Discover now