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La mirada de ella parecía congelarse frente a él una vez más como si se tratara de un Deja vu, su rostro ya conocido con esa expresión en su rostro.

—¿No te molesta que ocupe el lugar cierto? —se animo a preguntar.

Despues de aclararse la garganta ella pareció volver a la realidad de un salto.

—Claro, claro que no.

Arrastro la silla con cuidado tomando asiento frente a ella.

—Lamento interrumpir tu discusión existencial ¿contigo misma?... —fue lo primero que dijo recordando las anteriores palabras de la chica.
Le habia parecido demasiado gracioso la manera en la que se expresaba con aquel tono de voz, buscando que una maravillosa respuesta cayera del cielo.

Bueno, hoy él seria esa respuesta.

—Creo que ésto —siguió colocando el libro sobre la mesa— es tuyo.

La expresión de nerviosismo  desapareció por completo de su rostro en tan solo un par de segundos, Sebastian observó como crecía una sonrisa en el rostro de ella, tomando al libro entre sus brazos cerrando los ojos sintiendo el tacto de algo tan simple pero especial.

Hizo lo correcto ahora lo sabia y se felicitaba internamente.

—Oh, vaya... Pensé que estaría en las manos de un ser malvado que lo habia arrojado a la basura o lo torturaria sacandoles las hojas, una por una —soltó ella, hablando de pronto muy animada. Sus pensamientos un poco retorcidos provocaron una risa más fuerte en él.
Fue entonces cuando ella levantó la mirada hacia él.

—Gracias... —sin poder continuar la frase se detuvo. Sebastian lo comprendió de inmediato. Ninguno de los dos era consciente del nombre del otro.

—Sebastian.

—Sebastian... —repitió su nombre con una sonrisa. él asintió— soy Alisson

Semanas, horas, dias después e incluso podria atreverse a decir que un par de meses sin poder dormir y después de toda esa “travesia” que cruzó parecia ser que al fin conocía su nombre.

—Es un gusto conocerte —Sebastian sonrió— aunque, ya nos hemos visto antes.

Alisson asintió con timidez.

—Vengo aqui todos los días —prosiguió encogiéndose de hombros—y tú tambien.

—Y... —no quería admitirlo pero era algo obvio de lo cual ambos jamas podrian escapar— te golpeé con la puerta el anterior dia —recordarlo lo estremecía como en ese mismo instante— Lo siento en verdad. Espero que te encuentres bien.

—Claro, fue algo pequeño —tranquilizó ella tocando fugazmente la zona del incidente— ya ni siquiera lo recordaba.

Escucharlo salir de sus propios labios era la respuesta que estuvo esperando desde dias atras. No queria demostrarlo, ni ser extremista ya que eso no iba con él pero en realidad, aun sin conocerla estuvo demasiado preocupado por ella. ¡Por favor ella se negaba a salir de su cabeza! «pero solo queria saber si se encontraba bien» siempre finalizaba con esas palabras su oración. Era lo mas sensato que él queria creer y admitir.
Pero en este momento omprobar con sus propios ojos y oidos decirlo a ella misma lo dejaba ligero y feliz.

—Anthony estuvo molestando toda la semana por aquel incidente —confesó moviendo la cabeza riendo.

—él era quien te acompañaba ese dia ¿verdad? —preguntó con curiosidad.

—El mismo —asintió— quien bromeó diciendo que te habia dejado en shock.

Ella río. Al menos recordaban el incidente con humor y esperaba que fuese asi por mucho tiempo.

𝑺𝑬𝑴𝑷𝑰𝑻𝑬𝑹𝑵𝑶 || 𝑉𝑒𝑟𝑠𝑖𝑜́𝑛2 𝑺𝒆𝒃𝒂𝒔𝒕𝒊𝒂𝒏Where stories live. Discover now