Capítulo 08

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—No, nadie me está interesando—miento y tomo un sorbo de mi café.

—Que no, Angus se nota en tu cara que me estas mintiendo. Es tu nueva vecina, ¿no? —dice curiosa.

—no la miro porque si lo hago vera que voy a decir todo lo contrario, pero de todas formas le respondo—. Algo así, pero no, no quiero volver a pasar como lo estuve con Hannah, por todo lo que paso con ella ya no quiero estar en ninguna relación ni nada que tenga que ver con sentimientos.

—No todas las chicas serán como Hannah, Angus. Cada persona es diferente.

—Estoy tratando de no abrir mi corazón, sabes que soy muy sensible, Camille.

Ella me da una mirada de comprensión y me da dos palmadas en el hombro.

—En algún momento debes dejarte ser feliz y abrir tu corazón y esa chica no será la excepción, si me haces caso, me debes un favor por salvar tu dolido corazón —bromea la última parte.

Niego divertido y suena la campana de comienzo de clases, por suerte hemos terminado nuestro desayuno matutino.

Todo el transcurso de las clases tuvo de lo normal, aburrido como casi todo, lo único que me entretuvo fue pensar en las palabras de Camille, tiene razón, no puedo estar de esta forma por siempre, pero la otra parte de mi aún tiene ese miedo muy intenso que se reproduce siempre a ese día donde lo pase de lo peor. No sé qué voy a hacer, o no hago caso a las palabras de Camille o dejo que fluyan las cosas por si solas, me encaminó más por la segunda opción.

Al terminar la última clase, que era de Edición digital de diseño, fue mucho por hoy, pero claro mi día aún no termina, comienza mi horario laboral en el bar. Un sufrimiento, más los fines de semana que es donde más se llena, aún recuerdo ese día en donde ella entro al bar, tan pérdida y con miedo, me dio pena verla en ese estado toda empapada y con todas las miradas de los pervertidos borrachos puestos en ella, me dio un enojo enorme en ese instante, sentía que tenía que protegerla de todo ese día.

Aún recuerdo lo callada y perdida que estaba, solo se limitaba a tomar el té que le he dado, ninguna palabra hasta que cerré el bar y nos fuimos a nuestros departamentos. Luego de eso me la encontré en la cafetería, donde pude conocerla un poco, uno de mis días favoritos porque pude distraerme un poco con ella ese día.

Pero... ¿debería dejarme llevar por los sentimientos que estoy desarrollando de apoco en ella?

¿O cerrarme de nuevo por miedo a ser lastimado nuevamente?

La verdad es que no quiero terminar con un corazón roto de nuevo, ya tengo con uno, no quiero otro. Suspiro y doy otra calada a mi cigarro, esto me tranquiliza bastante, me hace olvidar todo mi dolor que siento por dentro.

Termino de fumar y tiro el cigarro al tacho de basura más cercano, esto volviendo a mi departamento para cambiarme, comer un poco y adelantar algunas cosas de la universidad antes de ir al bar.

Al llegar al edificio la veo a ella salir del ascensor, me quedo quieto por un momento, inesperado de mi parte, la miro por un instante. Se ve tan linda y me recuerda a esa vez en el bar en donde tenía puesta mi buzo, le quedaba tan bien, ya que ella era medía baja y le quedaba un poco grande en las mangas. Tengo que dejar de pensar en ella, no puedo comportarme así.

Decido por fin entrar al edificio ella se queda charlando en la recepción con Leyla, la chica enamorada de George, del edificio. Me alegro por ella que se esté relacionando con nuevas personas. Paso por su lado para irme directo hacia las escaleras para ir a mi departamento, siento como ella me ve disimuladamente, puedo ver que está un poco nerviosa por mi presencia, le doy una sonrisa divertida y subo las escaleras.

El chico irlandésWo Geschichten leben. Entdecke jetzt