Capítulo 85

56.7K 4.1K 2.6K
                                    

Agapios. 

Han pasado dos meses desde la carrera de autos en la que participé. En estas semanas todo ha ido bien en nuestras vidas. 

-¿cómo supieron que sus esposas estaban embarazadas?- le pregunto a los hombres que comparten mesa conmigo. 

-cuando Aline estaba embarazada de Sophie lo sospeché porque comencé a tragar pastel de chocolate como una bestia- responde Noan- además, ya la habíamos planeado, era algo que veíamos venir- toma de su cerveza. 

-Dalila me lo dijo- responde Raffael ahora- sus hormonas estaban locas y su apetito por helado de vainilla parecía no tener fin. 

-Giselle me lo anunció después de casi asesinarme- suelta ahora Frederick- ya sabes, la puta ama con sus entradas triunfales. 

Bebo de mi cerveza mientras miro a Acacia a la distancia, todos nuestros amigos están aquí en la mansión. Las mujeres estaban disfrutando del sol, Dalila, Aline, Giselle, Acacia.

-papi- mi vista va hasta Sophie Salvatore quien corre completamente empapada- Harry y Alexei no quieren jugar a la pelota conmigo. 

Se monta en el regazo de su padre quien solo la acepta sin importarle que lo moje todo. 

-patea sus bolas- suelta Noan mientras abraza a su pequeña pelirroja- enséñales porque no deben meterse con la princesa del fuego. 

La heredera de los Salvatore sonríe mientras asiente para correr hasta donde se encuentran Alexei Morelli y Harry Ackerman. 

-¿acaso quieres dejarme sin nietos?- pregunta Raffael con una ceja elevada. 

-sería un favor al mundo- suelta Noan con burla- más amargura a este mundo no es muy factible que digamos. 

Las mujeres están tomando el sol mientras que en la alberca se encuentran Lara y Alessia jugando y nadando. 

Solo miro a Acacia, no puedo despegar mi vista de ella, mis ojos la recorren de arriba a abajo pero se detienen en su abdomen más de la cuenta. 

Veo como se pone de pie y camina hasta la cocina, me pongo de pie también y voy hasta allá. 

Entro y me mira sobre su hombro mientras arregla unos aperitivos más.

-¿qué tal todo, mi amor?- pregunta, tomo su mano y solo la giro hacia mí, me mira con curiosidad, sus ojos grises están más claros que antes. Me alejo un poco sin soltar su mano y solo la dejo de perfil mientras miro su cuerpo, su abdomen descubierto gracias al bikini que tiene puesto deja que pueda admirarla mejor. 

-sé que eres insaciable de mí- habla- pero tenemos visitas, cariño- deja un beso en mi mejilla mientras regresa a la barra. 

Me acerco de nuevo, me recargo en la barra y solo la veo, analizo cada movimiento, cada maldita cosa que hace, pero, por alguna extraña razón mis ojos siempre terminan mirando su vientre, mismo vientre que ahora mismo parece que se ha inflamado, bueno, desde hace unas semanas atrás. 

-estás embarazada- suelto, de inmediato gira a mirarme, su ceño se frunce. 

-¿qué?- pregunta. 

-estás embarazada- me acerco y poso una mano en su abdomen mientras recargo la otra en su espalda baja- está bola no es normal. 

Acaricio el pequeño bulto que se forma en su abdomen. 

-¿ahora eres ginecólogo?- pregunta elevando una ceja. 

-debería de serlo- respondo soltándola y tomando de nuevo mi cerveza- tengo doctorado en el olimpo de Acacia Thalassinos. 

Dueño de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora