Capítulo 18

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Agapios.

Miro a los hombres frente a mi.

-entonces- suelto con dureza- ¿alguien puede decirme cuándo putas pensaban decirme sobre esto?- estoy demasiado cabreado.

-pensamos que ya lo sabías- responde uno de ellos.

-¿cómo demonios voy a saber que el idiota de Calisto intenta obtener el poder?- pregunto de la misma manera.

Todos se quedan callados, se observan entre sí.

-sabes que Calisto no tiene oportunidad alguna, ¿cierto?- pregunta uno de ellos.

-claro que la tiene- suelto entre dientes- saben que ambos fuimos entrenados por la misma mafia.

-eres el predilecto para algunos más- responden- quieras o no él no podrá quitarte eso.

En eso tenían razón, a ambos nos habían entrenado de la misma manera, pero, yo había tenido preferencias, me habían elegido, Keelan nos había preparado pero siempre fui su favorito.

-¿quiénes están de su lado?- pregunto mientras tomo asiento en mi lugar, estaba molesto.

-solo algunos cuantos- responden- no debes de preocuparte de más, sabes que te han jurado lealtad, nada más puede pasar.

-si Calisto quiere guerra entonces la tendrá- respondo- no me quedaré de brazos cruzados cuando me están amenazando.

-Calisto ha dicho que al casarte deberás de dar el primer heredero a la mafia griega- habla otro de los hombres- es así como funciona, si no lo haces, tendrá derecho a quitarte el mandato.

-¿¡tener un mocoso!?- grito molesto poniéndome de pie de nuevo- ¿¡sabes lo estúpido que suena eso!?- no puedo evitar mirarlos desafiantes- esa estúpida regla no existe y no lo hará, ese estúpido no vendrá aquí a imponer sus estúpidas reglas cuando soy yo quien lidera.

-Calisto ha dicho lo que algunos hombres quieren- continúan- Keelan tuvo que dejar la mafia en manos de alguien que no era un Lincer, no quieren que la historia se repita.

-no tendré ningún heredero- respondo con firmeza- mi puesto no debe ni será cuestionado por un bebé.

-pero...

-acabo de comprometerme, no tengo siquiera una fecha para mi boda y ustedes ya están pensando en bebés y esas tonterías- suelto- no, de mi parte no las tendrán, no necesito que ningún niño asegure mi lugar porque si somos sinceros todo el puto mundo sabe que soy el mejor, Calisto lo único que quiere es sacar ventaja de esto pero no lo permitiré.

-¿es todo lo que dirás?

-si quiere el mando entonces tendrá que pelear por él, el Dios de la tortura lo espera y él es el primero en saber que este no tiene piedad.

Camino hasta la puerta y solo abro esta mientras les hago saber que esto ha terminado, dejo que salgan de aquí y solo salgo también.

Subo a una de mis camionetas y me voy de aquí, la ira está dentro de mi, me siento molesto, encabronado, lo único que quiero es no pensar más en la mierda que está pasando en estos momentos.

No me sentía de humor, llego a uno de los clubes de Morelli, los días como hoy eran más relajados en este, llego y efectivamente, el ambiente es más calmado y en modo de cantina.

Entro y voy de inmediato hasta la barra en donde comienzo a pedir trago tras trago.

°

Veo a la mujer frente a mi que gime sin parar mientras la embisto con fuerza y rapidez, mi mano toma su cabello mientras la penetro.

Después de algunos minutos y una vez que mi propia liberación llega salgo de ella mientras quito el condón de mi miembro y me alejo.

-cuando quieras podemos repetir- habla mientras arreglo mi ropa.

-no, gracias- suelto y solo salgo de aquí.

Había terminado teniendo sexo con una mujer que solo había visto algunas veces en algunas de las cenas que solía frecuentar.

Me había follado a alguien más cuando se supone que no debía hacerlo.

Subo a mi camioneta y me voy, solo conduzco con regreso a casa.

Llego después de algunos minutos, bajo de esta mientras camino con lentitud hasta finalmente adentrarme, ya había oscurecido, estoy a punto de ir a mi habitación pero voy hasta la cocina, me quedo de pie mientras miro a la mujer aquí que prepara algunas cosas.

Sus ojos grises me miran mientras que veo como traga saliva.

-estoy preparando algunas cosas para el nuevo menú de la cafetería- habla ella como si intentara dar explicaciones.

Me quedo en silencio mientras veo como bate algunas cosas, solo puedo mirarla, trago saliva antes de hablar.

-me acosté con alguien más- se detiene lentamente dejando a un lado lo que estaba haciendo.

Sus ojos grises me miran de nuevo, pero, ahora hay algo diferente en ellos.

-¿qué?- pregunta en un pequeño susurro.

-tuve sexo con una mujer- respondo- acabo de tener sexo con una mujer.

Veo como traga saliva, aparta su vista de mi y solo mira a través de la ventana que da hacia el jardín.

-supongo que está bien- suelta después de unos segundos- no tienes porque darme explicaciones.

-Acac...

-es lo que todos los hombres hacen- interrumpe- rompen sus palabras, rompen la confianza y la lealtad- continúa- teníamos un trato, pero veo que no cumpliste tu palabra así que no te sorprendas cuando yo haga lo mismo.

Deja todo lo que estaba haciendo.

-¿qué?- pregunto- ¿acostarte con alguien más? No, no lo harías.

-¿por qué no?- pregunta desafiante, su voz suelta molestia- ¿por qué no lo haría?

-porque no eres ese tipo de mujer- respondo.

-¿qué sabes tú acerca de mi?- pregunta- ¿qué sabes tú acerca de quien o no soy? Yo también puedo tener sexo, yo también puedo acostarme con cuanto hombre quiera, yo también puedo serle infiel a mi prometido tal y como él acaba de serlo conmigo.

-¿infiel?- pregunto- ¡esto no es real!

Ella se queda callada.

-¡nada de esto lo es!- continúo- ¡eres solo la mujer que mantengo a salvo, estoy haciéndote un puto favor al mantenerte segura!

-¿¡sólo tú me haces un puto favor!?- pregunta de la misma manera- ¡yo también estoy salvandote el pellejo a ti!- comienza a acercarse- ¡nada de esto es real!¡lo sé!¡tú solo eres el maldito Dios griego que cree que todo el mundo debe de brindarle respeto y lealtad pero no eres más que un hombre de poca moral!¡pides y exiges respeto, pides y exiges lealtad pero no eres ni siquiera digno de eso!¡tú solo eres el maldito egocéntrico que rompe promesas y no cumple palabras!

Su respiración comienza a agitarse, se recompone lentamente mientras intenta caminar para salir de aquí.

-hazlo- desafío- acuestate con quien quieras si así lo deseas- hablo mientras la tomo de su brazo y me mira rápidamente- demuestrame que eres igual que yo.

Capítulo nuevo.

Nos leemos pronto.

-Neftali.

Dueño de tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora