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—Asagiri  —llamó el científico siendo respondido por sólo un quejido. —Asagiri Gen —intentó nuevamente esta vez sin respuesta alguna.

Gen estaba concentrado apilando unas cartas que el mago había llevado consigo, sobre la mesa en forma de una torre que la atención dirigida al científico era escasa o casi nula, el otro resopló colocando estrepitosamente un pie en la susodicha mesa provocando que la torre de naipes se derrumbara.

—¡Senkū-chan! —Se quejó haciendo un puchero melodramático—¡no es justo!
—¿De verdad harás esto todo el tiempo que queda hasta que llegue la comida? —Gen solo se rió por la pregunta y su ya evidente respuesta acomodando hacia atrás la manga de la bata que llevaba aún sobre los hombros volviendo a re-ordenar las piezas derramadas por toda la mesa y parte del suelo.

—No entiendo porqué no te has quitado esa bata, ni siquiera la tienes vestida correctamente y tampoco estamos en el laboratorio. —Cuestionó sin recibir respuesta y exhaló— ¿Siempre cargas una baraja de cartas contigo? Preguntó divertido recibiendo solo un asentimiento de respuesta a su última pregunta.

«Sí que eres un verdadero mago, idiota»

—Bien, me rindo. —Exhaló reuniendo los naipes y guardándolos en su caja—  No puedo empezar de nuevo, gracias por derrumbar mi torre. —mencionó el mentalista que había intentado apilar las cartas un par de veces más sin éxito nuevamente.

—Por nada. —Ishigami se encogió de hombros— al menos sigue con tu explicación, no creo que mueras de hambre si lo intentas.
—Bien. Como te decía, demás psicólogos, por ejemplo; Mary Ainsworth respaldan la teoría del apego en base a lo que seguramente ya conoces como científico bastante que es la -experimentación y la observación-. En estos se concluyó que aquellos pequeños que tenían madres altamente sensibles a sus necesidades, desarrollan un sentido de seguridad en sus relaciones afectivas conforme pasaba el tiempo... —Gen fue bajando su voz y continuó viendo de nuevo su caja de naipes— a diferencia de los niños que carecen de padres o madres menos sensibles a ello.

El científico fijó su vista al mentalista después de unos muy cortos segundos de tiempo. El suficiente para intentar averiguar su mirada que parecía perdida. Su tono vocal parecía amargo en el ultimo instante ¿Qué ocurrió?

—Gen... —Atinó a llamar con un fino tono vocal.

El timbre de la puerta sonó sacando al chico de su corto trance. Aplaudió con una sonrisa en el rostro, se quitó la dicha bata colocándola en el costado del sofá y yendo hacia la puerta alegremente.

—¡Llegó la comida!~ muero de hambre — decía en el camino, abrió la puerta recibiendo el pedido para posteriormente pagar y regresar a la sala— Continuamos con la explicación en cuanto termine ¿de acuerdo? —dijo tomando un maki del empaque con los palillos.

Senkū parpadeó viendo de primera mano como el humor y máscaras de este tipo podían cambiar tan rápidamente solo pudiendo formular un "si si, estaré en el laboratorio mientras tanto" y se retiró.

El tiempo que Gen se tomó en comer no fue muy largo ni corto, Senkū solo había entrado a terminar de enviar unas cositas más a Xeno y regresó a la sala cuando el invitado no esperado tiraba su bandeja al bote de la basura indicando que había terminado. —¿Cuándo piensas comer tu ramen?

—Más tarde, ahora, continúa.
—Si si, te decía; Ya que toda la confianza y seguridad sobre las relaciones afectivas se desarrollan desde pequeños esto va persiguiendo al ser humano hasta ser adulto. En base a ello existen cuatro clasificaciones de apego en una persona; “Seguro・Ansioso-Preocupado ・Desdeñoso-Evasivo・Miedoso-evasivo”

My Red String Of FateWhere stories live. Discover now