17.

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Jared

Hace calor, cuesta caminar porque hay muchas personas, pero aún así me hago paso entre ellas hasta llegar a la mesa donde me esperan los chicos. Dejo la bandeja con las bebidas y me siento, tomo una y la bebo de un solo.

-De acuerdo, me alegra que decidieras salir por cuenta propia, pero quiero saber el porqué.

-¿Tiene que haber una razón? Solo quería salir y divertirme con ustedes. Soy joven y merezco vivir mi vida.

-No estamos en contra de ello, pero últimamente has actuado extraño y con Derek hemos hablado de que necesitas una intervención.

Frunzo el ceño hacia ellos y les saco el dedo de en medio antes de levantarme y perderme entre el gentío.

No necesito una intervención, esto no es como la última vez, me encuentro en perfecto estado y no he vuelto a consumir esa mierda.

Esto es por mí y por nadie más, quiero un cambio positivo en mi aburrida vida.

Golpeo mi hombro con una chica y hago que su bebida caiga. Maldigo mentalmente y me agacho para rejuntar el vaso.

-Lo siento, iba distraído.

Tengo que gritar por sobre la música para que me escuche y también termino tomándola del brazo para que no caiga cuando un tipo la empuja por estar bailando como demente.

-Descuida, yo también -ríe.

Señala mi agarre su brazo en un gesto sutil de pedir que la suelte; sin embargo, no lo hago y la arrastro entre el montón de dementes hacia la barra.

-¡Detén el caballo, vaquero!

No puedo evitar reír al escuchar eso. ¿Vaquero?

Suelto su brazo y señalo la barra detrás.

-te compraré un trago para compensarte el que te hice tirar.

-¿Cómo sé que no me chocaste a propósito para invitarme a un trago y luego secuestrarme? -se cruza de brazos y me mira con seriedad.

-¿Por qué te secuestraría? -imito la posición de sus brazos.

-¿Y por qué no lo harías?

-Es una falta de respeto responder una pregunta con otra.

-Tú hiciste lo mismo.

Frunzo mis labios al darme cuenta que tiene razón, respondí su pregunta con otra.

La desconocida al darse cuenta de mi descontento empieza a reír como desquiciada.

-Con esa risa ahora soy yo quien pienso que me vas a secuestrar.

Deja de reír abruptamente y me enseña su dedo de en medio. Tan amable.

-Eres más grande y fuerte que yo, ni en un millón de años.

-Tal vez tengas secuaces -me encojo de hombros y me siento en uno de los taburetes.

Señalo el que está a mi lado, en una silenciosa invitación para que se siente. Al inicio la veo dudar, pero esa duda no dura demasiado por al final se sienta a mi lado.

Susurros Al Oído [+18] En PausaМесто, где живут истории. Откройте их для себя