𝕯𝖎𝖔𝖘 𝖉𝖊 𝖑𝖆 𝖒𝖚𝖊𝖗𝖙𝖊《𝐇𝐚𝐧𝐦𝐚 𝐒𝐡𝐮𝐣𝐢 𝐱 𝐎𝐜》

Capítulo 22

| Decisión |

Me encontraba en casa sentada en el sillón en posición fetal, Kin estaba durmiendo y ya era de noche, al rededor de las una de la madrugada. Lo único que iluminaba la sala eran las luces de las calles de afuera que entraban a través de la ventana iluminandome.

Habían pasado solo tres días desde ese encuentro con Nobuto, lo había desbloqueado y me estuvo enviando mensajes los cuales ignoré, además de eso no había visto a Hanma.

Tengo que tomar una decisión, aunque eso me condenara completamente.

Una llamada llegó a mi móvil, era Nobuto. Yo le contesté con la mirada baja y un rostro inexpresivo.

-¿te desperté?

Me tardé unos segundos en contestar.

-no.

-perfecto... ¿ya decidiste qué quieres hacer? -hablaba en un tono alegre.

-¿como sé que no le harás nada a Hanma? -hablé casi en un susurro, mi voz salía algo apagada y sin ánimos.

-asi que solo lo haces por él... ya hablaremos de esto. Y no te preocupes, si te tengo a ti, él no me sirve. -rió, yo mordí mi labio al sentir mis ojos cristalizarse, miré hacia arriba antes de hablar.

-tengo trabajo, y un gato... además del arriendo de mi casa...

-oh, Alice. Vas a renunciar y a mudarte de casa claro, después de todo vivirás conmigo. Y ese animal a mi casa no lo vas a traer. -una lágrima rodó por mi mejilla- haremos lo siguiente, en dos días vendrás conmigo. Mañana vas a renunciar, ver el tema del arriendo y si quieres ir a ver por última vez a ese maldito idiota, pero si le llegas a decir una palabra entonces yo no cumpliré con mi parte.

-esta bien... -susurré sintiendo unas lágrimas caer por mi rostro.

-bien... cuando te despidas o la mierda que sea de él no quiero que lo veas más, le escribas o lo llames, ¿entiendes? Cero contacto con él. ¿Quedó claro idiota? -fruncí mi ceño sintiendo más lágrimas caer- te pregunté algo.

-si, quedó claro.

-me gustas más obediente. -rió- te veo en dos días, pasaré a tu casa por ti, así que ten listas tus cosas, buenas noches.

A penas la llamada se cortó, lancé mi móvil con furia mientras ahora dejaba salir mis sollozos libremente.

No volvería a ver a Kin ni a Hanma... no podía hacer nada, era cómplice de un asesinato, él es capaz de hacerme volver al orfanato y encima matar a Hanma, ese hombre está loco y ya ni si quiera sé cuantos años tiene, perderé mi casa y trabajo justo cuando las cosas parecían ir mejor.

Comencé a temblar mientras mis lágrimas caían, sintiendo una sensación horrible en esos momentos al saber que nada ni nadie podría salvarme de esto.

《♡》

Al día siguiente, yo había dormido muy poco, pero me había levantado algo temprano para ordenar todas mis cosas, llenando así unos dos bolsos grandes de cosas -principalmente ropa-, lo material no me pertenecía del todo, ya que la casa venía amueblada al principio.