𝕯𝖎𝖔𝖘 𝖉𝖊 𝖑𝖆 𝖒𝖚𝖊𝖗𝖙𝖊《𝐇𝐚𝐧𝐦𝐚 𝐒𝐡𝐮𝐣𝐢 𝐱 𝐎𝐜》

Capítulo 11

| "Conocido" |

Me encontraba sentada en el sillón mientras comía un poco de cereales que Hanma me había traído, estaba vestida cómodamente mientras comía en silencio, Hanma por su parte estaba de pie a un lado de la cocina mirando su móvil, estaba esperando a su amigo o bueno, conocido.

De pronto una llamada comenzó a sonar en mi móvil, al verla vi el número registrado en ella

"Nobuto"

Hice una mueca pero de todas formas contesté.

-¿si? -sentí la mirada de Hanma en mi.

-Alice, te necesito mañana mismo aquí, habrá una reunión y tienes que estar presente.

-no puedo, Nobuto.

-¿cómo? Esto no es decisión tuya, o vienes o pierdes tu dinero, así de simple.

-no puedo. -repetí- me quebré el tobillo y estoy herida, aunque quisiera ir a la reunión no serviría de mucho, no es que pueda pelear totalmente.

-me importa un carajo, por algo te pago.

Sin dejarme decir más, me cortó.

-ah... oye, Hanma... -me voltee para mirarlo.

-está todo en silencio, escuché toda la conversación. -habló mirandome fijamente de manera seria- no irás.

-agradezco que me cuides, pero esto no te incumbe. -le hablé amable.

Él se quedó en silencio unos segundos mirandome fijamente para luego suspirar.

-muy bien... hace lo que quieras. -habló bajo mientras volvía a mirar su móvil, quedándose en silencio.

Al pasar unos segundos no pude evitar preguntar.

-¿estás molesto?

-no.

-¿seguro?

-si.

Él parecía estar molesto.

De pronto tocaron la puerta, ambos volteamos a ver mientras una sonrisa repentina apareció en el rostro de Hanma, fue a abrir la puerta y por mi parte comí un poco más de cereal mientras miraba con curiosidad.

-hasta que llegas. -dijo un Hanma sonriente abriendo la puerta.

-hay muchos asuntos de los que hablar... tengo nuevos planes.

En la entrada había un chico de mi porte más o menos, era algo moreno y serio, tenía el cabello rubio y ojos azules, también tenía unos lentes.

El chico entró caminando hacia la sala mientras Hanma cerraba la puerta, ambos nos miramos con curiosidad mientras él alzaba una ceja.

-uhm, hola. -lo saludé con normalidad.

-hola... Hanma, dijiste que vivías solo. -dijo el chico llegando a mi lado para sentarse en el sillón, Hanma soltó una pequeña risa.