Luz De Mi Oscuridad

59.Enamorarlo (Luz)

“Al siguiente día”

(22 de marzo/2020)

—Hola Nayeli —saludo al abrir Nayeli su puerta

—Hola Luz, ¿En qué te puedo ayudar?

—Ahh… sobreee… problemas sentimentales —lo digo en voz baja

—¿Qué?, no te escucho

—¡Sobre problemas sentimentales!

—Ahhh… ok, llegaste a lugar correcto, ven entra —me dice Nayeli entrando a su casa

—Espero que no te haya interrumpido en tus cosas —lo digo mientras entraba a su casa

—Hola Luz —me saluda Brando

—¡Brando!, lo siento al parecer los interrumpí, esperaré afuera

—No te preocupes Luz, solo quería hablar con Nayeli sobre un problema que tuve con Anyeli —me cuenta Brando

—Lo siento mucho, ese día no sé qué paso —dice Nayeli a Brando

—¿Qué ocurrió? —pregunto a Brando

—Es que Anyeli fue a mi trabajo y me hizo un escándalo

—En serio lo siento mucho —dice Nayeli de nuevo

—No pasa nada, solo me dieron unos días de descanso —dice Brando sonriendo y agrega—. Ahora sí, Luz cuéntanos a que has venido

—Quiero que Angelo se enamore de mí, pero no sé qué tengo que hacer

—¿Le has dicho que lo amas o que te gusta? —me pregunta Nayeli

—Casi le digo, pero antes de decirlo me dijo que no quiere nada con nadie y que quiere morir solo —lo cuento recordando aquella vez

—Angelo es diferente a todos los jóvenes que he conocido, y creó que vistiendo sexy no funcionara, y mucho menos coqueteando —me dice Brando

—¿Entonces que tengo que hacer para que se enamore de mí? —pregunta un poco preocupada

—Solo queda una forma —me dice Nayeli viéndome

—¿Y-y cuál es? —pregunto acercándome a Nayeli

—Con la comida —me contesta Nayeli

—¿Qué? —pregunto confundida

—Leí en una revista que a los hombres le gustan las mujeres que cocinen bien, que los alimenten muy bien —me cuenta Nayeli

—Ok entiendo, gracias Nayeli —lo digo contenta

—De nada, ¡Suerte! —me dice Nayeli

—¿Ocurre algo luz? —me pregunta brando al verme parada enfrente de la puerta

—Es que… no tengo dinero para cocinar —contesto sonrojada

—Toma, cocina algo rico y enamora a Angelo —me dice Nayeli dándome un poco de dinero

—¡Gracias! —lo digo contenta

—Ten, no es mucho, pero seguro te ayudará —me dice Brando dándome lo que tenía en su billete

—Gracias

—Ahora ve y cocínale algo rico a Angelo —me dice Nayeli con una sonrisa

“1 hora después”

Al llegar a casa, llamo a Angelo, por suerte puede hacer una recarga a mi celular, y todo gracias al dinero que Brando me dio.

—¿Aló Angelo? —pregunto al llamar a Angelo