31. Gracias por todo (Nayeli y Anyeli)

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“En la tarde”

(6 de marzo/2020)

(Nayeli)

—Amiga ten cuidado —le digo a una chica que me había empujado



—Lo siento… ¿Nayeli? —me pregunta Luz



—¡¿Luz que haces corriendo en la calle?!



—Lo siento, tengo que ir a ver a Angelo.



En ese momento llega Brando corriendo.



—¡Hola Nayeli! —me saluda Brando



—Hola, ¿Tuvieron una cita? —pregunto



—¡No! —me responden los dos a la vez



—Solo hablábamos —me dice Brando



—Sí, solo fue eso, ahora me tengo que ir —me dice Luz apresurada



—¿Podría preguntarte algo antes que te vayas? —pregunto a Luz con seriedad



—Si Nayeli



—¿Tú y Ángelo que hacen en las tardes?



—Hacíamos muchas cosas, te lo diré, pero no le digas que te conté, ¿Ok?



—Creo que yo sobro aquí, es mejor que me retire —dice Brando



—Espera Brando, después quiero hablar contigo —lo digo sosteniendo su mano



—Entonces te espero, por allá —me dice sonriendo mientras se alejaba de mí



—Luz no le diré nada a Angelo —le digo a Luz al ver a Brando alejarse



—Confió en ti Nayeli —me dice Luz en voz baja y agrega—. Yo y Angelo repartíamos volante, para que la gente tenga cuidado con las drogas y fiestas peligrosas



—Eso ya lo sé, ¿Algo más?



—También íbamos a las discotecas



—¿Y qué hacían? —pregunto



—Ahh… Malográbamos fiestas, es que en esos lugares vendían drogas y más cosa mala, eso me decía Angelo



—¿Y últimamente has hecho esas cosas con Angelo? —pregunto



—Sí, ayer Angelo fue a una discoteca, pero yo solo lo vi de lejos, ya que no quiere que andemos juntos, y que no nos hablemos —me cuenta Luz un poco triste



—Ok… gracia por todo



—De nada, ¿Pero por qué quería saber todo eso? —me pregunta Luz



—Es que Angelo me está ayudando y me gustaría saber más de él, solo es eso



—Ok, entonces ya me voy —me dice luz. 



Al irse Luz, veo a Brando acercándose a mí.



—¿Querías hablar conmigo? —me pregunta Brando



—Sí, es que mi abuelita me contó que hablas todos los días con ella por teléfono



—Sí, la señora Teresa es muy amable



—Me alegra que te agrade, ¿Y de qué tanto hablas con mi abuelita? —pregunto



—Hablamos sobre tu problema mental, y sobre qué hospital psiquiátrico teníamos que internarte —me lo dice sonriendo.



Luz De Mi OscuridadWhere stories live. Discover now