Luz De Mi Oscuridad

37. juzgado (Angelo)

“Al siguiente día”

(10 de marzo/2020)

—Angelo, solo habla cuando te lo pidan —me dice mi tío en voz baja

—No te preocupes —lo digo con seriedad

—Comenzamos con el caso del joven Quispe —dice el juez con una voz seria y agrega—. Primero que hable la parte agraviada

—Buenos días, juez, buenos días a todos los presente, el joven que ven aquí golpeo al hijo de mi cliente, ese tipo dejo a punto de morir al hijo de mi cliente, ahora mismo el hijo de mi cliente se encuentra en el hospital —dice el abogado del señor Gómez

—Señor juez, mi compañero solo dice eso, pero no tiene pruebas, ¿Cómo sabemos que no está mintiendo? —pregunta mi tío al juez

—Señor juez, aquí tengo el resultado del hospital donde está mi cliente, y mire bien, es de un hospital real y fue escrita por un doctor real —dice abogado del señor Gómez

—Todo está bien, ¿Tienes algo que decir joven Quispe? —me pregunta el juez

—Sí, señor juez, golpeé a Nelson, pero no lo deje moribundo —lo digo con seriedad.

Al decir eso, veo a Luz y Brando ingresar al juzgado sin hacer ni un ruido.

—¿Y por qué golpeaste al joven Nelson? —me pregunta el juez

—Por una chica

—¿Y esa chica era tu enamorada? —me pregunta el juez

—No, ella solamente es una compañera de mi instituto

—¿Sientes algo por ella?

—No, señor juez —respondo viendo a Luz y agrego—. Solo la defendí porque Nelson quería besarla a la fuerza

—Señor juez, mi cliente admite que quería besarla a la fuerza y se arrepiente, pero no es motivo para dejarle moribundo —dice el abogado del señor Gómez

—Todas las pruebas dicen que el joven Nelson Gómez está moribundo, pero tú dices que no lo está, ¿Tienes pruebas? —me pregunta el juez

—No, no tengo nada —contesto viendo el suelo

—Entonces eso es todo, Angelo Quispe te sentenció a 10 años de cárcel y pagarás 10 mil soles como reparación al agraviado

—¡Espere, señor juez! —dice Luz en voz alta

En ese mismo momento todas comienzan a ver a Luz, al darse cuenta Luz que todos los veía, ella comenzó a ponerse nerviosa tanto que temblaba.

—¿Quién eres? —pregunta el juez a Luz

—Mi… mi nombre es Luz, y él me defendió del tipo que me quería besar —dice Luz nerviosa y agrega—. Y no le dejo moribundo

—¿Tienes pruebas? —pregunta el juez a Luz

—Sí, tome —dice Luz dándoles unas fotos y agrega—. Estas fotos fueron de ayer en la noche y se ve que Nelson se encuentra bien

—¿Qué nos hace creer que esas fotos son de ayer? —pregunta el abogado del señor Gómez

—Aquí está mi celular, ahí están las fotos con sus fechas