Capitulo 22

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Ella es mía.

Un pensamiento primitivo que tenía, pero apropiado dado que mordisqueó el lóbulo de su oreja. A algunos les gustaba marcar la piel del cuello o la parte superior del hombro. Pero Sasuke era muy aficionado a esos pequeños oídos sensibles.

Así que para reclamar a la única, lo utilizó para colocar su marca.

Había algo en el acto, o tal vez era el conocimiento detrás del mismo lo que lo hacía más potente. Ahora estaba casado en todos los aspectos con esta mujer.

Pasarían toda una vida juntos.

—¿Qué estás pensando? — preguntó ella cuando su respiración se calmó. Él atrapó su mirada ámbar y sonrió.

—Sólo estaba pensando que eres perfecta. —

—Fuego. —

—Sí, caliente también. —

—No, me refiero a fuego. Al igual que detrás de ti. —

De hecho, durante sus actividades tan extenuantes, la alfombra se había desplazado y agrupado contra de la chimenea. Las llamas a lo largo del pelaje.

Pobre Sakura, parecía consternada.

—Lo siento. Debería haber sabido que no podía dejar que encendieras fuego a mí alrededor. Pero Sasuke no maldijo o entro en pánico. Se rió cuando él se puso de pie y arrojó un jarrón de flores con agua en las inmediaciones de la alfombra.

Sin preocupaciones. Crisis superada. Se volvió y agitó un dedo hacia ella.

—No te atrevas a disculparte, gatita. En lo personal, creo que tu habilidad será un gran activo.

—¿Cómo lo sabes? —

—Mi predicción es que la economía de la construcción estará en auge, y ya que tengo una buena parte de ella. Nos veo asistiendo a muchas cenas y reuniones sociales. —

—¡Sasuke! — Antes de que pudiera decir nada más –aunque a juzgar por la alegría en sus ojos, la mayor parte de su conmoción era fingida– la puerta de la habitación se abrió de una patada.

A pesar de que la puerta rebotó en la pared, Sasuke se movía. Con una mano, él enganchó la cubierta sobre la cama, se dio la vuelta hacia Sakura, y luego se puso en cuclillas en una posición lista delante de ella.

A continuación, se quejó cuando su nuevo suegro gritó,

No tengas miedo, niña. ¡Papá está aquí!

Y mientras el otro hombre lo apuntaba con un arma, él todavía no disparó.

Quién lo diría, creo que mi nuevo suegro me gusta. A diferencia de a su hija en ese momento.

—¡Papá, desaparece! — chilló, sus mejillas carmesíes brillante y la manta que le había dado tirada hasta la barbilla.

—Pero estoy aquí para um... ¿salvarte? — Peter miró a Sasuke, que sonrió y se encogió de hombros, a su hija en el suelo, que lo fulmino con la miraba. —No me jodas, no me digas que te emparejaste con el maldito ruso. —

—Lo hice, ¿y vas a dejar de llamarle así? —

—¿Si no? —

—No me hagas mandar a mamá a por ti. —

Peter se estremeció. —Ahora eso es muy malvado, mi niña. —

¿Quién es malvado? — preguntó Sasha mientras entraba en la habitación. Ella dejó escapar un silbido poco femenino cuando vio la cama rota, el extremo ardiente de la alfombra, y a su novia ruborizada en el suelo –que no podría estar más roja si lo intentaba.

No espera. 

Él estaba equivocado. 

Eso fue sin duda un matiz nuevo de color carmesí nunca antes visto.

¿Dónde está mi hijo? ¿Qué le ha hecho aquel humano?

Podía entender totalmente la mortificación de su gatita. ¿Era impropio de un hombre admitir que también quería meterse debajo de la manta con su novia?

Pero bueno, al menos había hecho su primera vez memorable.

Y no mucho después, él le dio una boda para recordar –¡que no requirió las drogas! 

Incluso invitó a su familia. Y pensar, que lo llamaron loco. Después de conocer a algunos de sus familiares, no estuvo de acuerdo.

El día que se casaron por segunda vez resultó hermoso. La novia vestía de blanco a pesar de la insistencia de su madre en que no debería, teniendo en cuenta que había sido sorprendida en in-fraganti. Pero en esto, la madre de Sakura salió victoriosa. Nadie sabía muy bien lo que ocurrió a puerta cerrada, pero el golpeteo y el pelo no tan bien peinado cuando las dos matriarcas salieron causó más de un par de especulaciones.

A pesar de que el cura se tropezó con el borde de su cojín y aplasto las flores, el organista se había roto una mano y tocaba solamente los acordes profundos, así como cuando el personal de la empresa de catering cayeron enfermos en el último momento y los pedidos de grandes cantidades de comida rápida, el día fue perfecto.

Sakura era perfecta.

Ella es mía.

La novia de un tigre, y cuando susurró, más tarde esa noche mientras la sostenía en sus brazos, su piel húmeda por el placer, en una cama, por último,

—Siempre te elijo a ti. —

Y aún más impresionante, ello lo escogió exactamente como antes.

Tiger's BrideWhere stories live. Discover now