Capitulo 17

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Él moriría. Despacio. Penosamente. Tal vez un día por cada segundo de molestia y la tortura que estoy sufriendo.

Tan pronto como Sakura comenzó su exploración inocente, Sasuke prácticamente decidió mandar al infierno la espera por una cama. Sakura estaba lista para que él la reclamara, y él estaba más que listo para ella.

El sabor a miel de su sexo todavía endulzaba sus labios. La vibración de su orgasmo todavía cosquilleaba en su lengua. Ella estaba decidida a devolverle el favor.

Y este imbécil simplemente tenía que llegar e interrumpir.

Totalmente inaceptable.

Sin hacer caso de su desnudez –y con la erección todavía furiosa balanceándose majestuosamente– se levantó de la tierra dura. Con una mirada, localizo al intruso, que continuaba apuntando con un arma hacia ellos y mirando lascivamente.

¿Se atreve a mirar a mi mujer? ¿Él realmente se atreve codiciar lujuriosamente a mi esposa?

No era sólo su tigre el que pensaba que debían arrancarle los ojos de las cuencas a este hombre. El hombre se encontraba en las garras de los celos de una magnitud que nunca había experimentado, ni siquiera cuando su madre le compró a su hermana el maravilloso Mercedes SI500 en su vigésimo primer cumpleaños.

Un paso hacia un lado proporciono un escudo para su esposa en la forma de su propio cuerpo. Detrás de él, pudo escuchar a Sakura enderezar su ropa. Prácticamente podía sentir el calor de su vergüenza.

No te preocupes, pequeña gatita. Voy a proteger tu honor.

—Creo que atrape a unos gatitos. —

El humano tenía razón en una cosa. Eran gatos. ¿Pero atrapados?

Siento disentir.

Acercarse sigilosamente a Sasuke mientras él estaba distraído, era una cosa.

¿Realmente prevalecería?

Hoy no.

—¿Sabes que mi familia, hace siglos, utilizaban el consumo de la carne de sus enemigos para celebrar sus conquistas? — Sasuke dio un paso adelante.

—Animales de mierda. —

Como si no hubiera oído el insulto, Sasuke sonrió.

—Se dice que al devorar la carne de nuestros enemigos nos apropiábamos de su honor y fuerza. —

—Bastardos sedientos de sangre. —

—Sí, sí que lo estábamos. Lo estamos. ¿Sabes lo que mi abuela mejor recuerda de esos años antes de que el Consejo Superior lo prohibiera? Lo buena que sabía la sangre humana. — Sasuke se lanzó con un gruñido más de bestia que hombre.

Es curioso cómo un arma de fuego no siempre era la mejor defensa. El idiota en la entrada de la cueva podría haber disparado. El balanceo como un murciélago. Incluso eludió el empuje hacia delante del cuerpo de Sasuke.

Sin embargo, el miedo era una cosa divertida, especialmente en los seres humanos. El miedo hacia que la gente no siempre reaccionara de la manera más eficiente. El miedo sólo tenía un instinto la supervivencia.

El tipo, con la pistola en la mano, dio la vuelta y lanzó un chillido muy poco viril.

Los labios de Sasuke se estiraron en una sonrisa salvaje.

—¡Cena! — él prácticamente cantaba mientras se zambullo detrás del humano.

Así que aquí estaba, lo que ocurre cuando escalas rocas, cubiertas de nieve y hielo, en la oscuridad, mientras que una fuerte brisa silbaba y tiraba de él. Para aquellos que no eran de pies firmes, como por ejemplo cierto humano fuera de sí, podría ser traicionero.

Tiger's BrideDonde viven las historias. Descúbrelo ahora