Los Siete Reinos ♡BTS Y TÚ♡

14 - ENTRE LAS SOMBRAS

Ahí fue dónde encontraste sentado a Taehyung, entre una roca y un árbol, con las rodillas cerca de su pecho, y lo escuchaste sollozar solamente para aumentar tu estado de culpabilidad.

—Taehyung...

Lo llamaste pero él permaneció con la vista perdida en sus botas negras, su chaleco de cuero marrón del mismo color que su cabello desordenado, el que casi le cubría los ojos, y te hincaste a su lado para escuchar un susurro grave y amargo:

—Mi familia murió.

Taehyung lo dijo como si una gran espada le hubiera perforado el corazón, y tú sentiste como esa misma arma se entrometía en tu garganta imposibilitando tu capacidad de comunicación. Taehyung posó una de sus manos sobre tu brazo y te lo apretó con fuerza mientras las lágrimas no paraban de salir de sus mejillas, pero no te quejaste, dejaste que lo hiciera.

—Lo lamento, soy una idiota.

La disculpa salió de tus labios apresurada. Taehyung se rio secamente.

—Lo sé.

—Ja —imitaste su risa—. Admito que me lo merecía —dijiste y Taehyung se atrevió a mirarte a los ojos—. Fui una desconsiderada al decirte algo así sin saber nada acerca de tu situación... acerca de tu familia.

Las sombras reinaban por esa parte de la playa, y el sol ya no era visible a la distancia, solamente quedó un cielo como manchado por la luz, oscuro pero brillante a la vez. Taehyung olía a paja y jengibre.

—Pero es verdad —Taehyung repuso—. No tengo familia, ni vivo con ella. No mentías hace unos momentos, y por eso fue que me dolió tanto —intentó sonreír—, la verdad duele más que un millón de mentiras juntas...

—Más que un millón de espadas enterradas en tu corazón —recordaste el lema de tu padre y Taehyung por fin sonrió.

—Mi padre y mi madre murieron el mismo día —Taehyung te comenzó a contar, y tú admiraste su rostro lloroso con detenimiento, los ojos negros enrojecidos y un camino de gotas que iba desde sus ojos hasta su barbilla—. Murieron en medio de una emboscada, o al menos es lo que me contó la reina Fresia cuando se lo pregunté, ella siempre hablaba conmigo... Pero eso es parte de otra historia. Mi madre murió al tratar de salvar a mi padre, y ambos fallecieron a manos de unos hombres tiranos. Mi madre estaba embarazada, lo que significa que, el que iba a ser mi hermano menor murió junto con ella y yo... Y yo...

Taehyung se quebró en llanto, lo cubriste con tus brazos y él enterró su cara en tu pecho, su respiración no era estable y se agitaba como si estuviera muerto de frío.

—Tu hermano estaría feliz de tenerte en su vida —trataste de transmitirle tu calor—. Pero aunque él ahora esté en otra, tú puedes seguir recordándolo, como te gustaría que hubieran sido. Aún si no lo conociste, podías sentirlo, y debes guardar su energía contigo. El amor de tu familia nunca te abandonará. Porque eso es lo más importante de nuestra gente, nuestro amor.

Taehyung te rodeó la cintura con sus brazos.

—Me gustaría que alguien me amará...

La confesión de Taehyung sonó solitaria, y te esforzaste por no llorar, no querías lucir débil ante alguien con un pasado tan despiadado. Tú querías hacerlo sentir mejor, transmitirle que no todo era malo en su vida, que podía ser feliz aunque no estuviera con los suyos.

—Yo te amo, Taehyung Kim —susurraste dentro de su oído derecho, Taehyung se removió como electrificado pero no liberó el agarre que mantenía sobre tu cuerpo—. Porque aunque no lo creas, yo princesa del reino del amor, te tengo respeto y admiración. Aunque tú creas que sólo eres un mozo de cuadra. Aunque tú creas que no vales lo mismo que ningún príncipe. Aunque tú creas que eres insignificante y tienes defectos. Yo no creo que lo seas y ninguna persona es perfecta, y te lo doy, te doy mi amor y mi cariño sin esperar nada a cambio. Solamente abrázame, apriétame con fuerza hasta que liberes tu agonía y la reemplaces con buenos sentimientos, porque es la única manera en que podemos aprender a ser mejores: con el amor.

Taehyung te miró a los ojos.

— ¿Y no crees que esto es indebido, princesa?

—El amor no es indebido —repusiste—. Se nos da desde que nacemos, mientras vivimos lo experimentamos, y se manifiesta en miles de formas distintas, no sólo existe el amor romántico o lujurioso, y el que yo te entregó a ti es mucho más valioso que ese tipo de amor, aunque infravalorado desde siempre es demasiado poderoso. Te otorgo el amor de la amistad, Taehyung Kim.

—Lo acepto.

Y Taehyung hundió su cara en tu cuello, al mismo tiempo en que tú lo abrazabas.

Espero que hayas disfrutado la lectura♡.

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Gracias por tu apoyo,

Alex.

Siguiente capítulo el próximo lunes.