No mas debíl Ayleen.

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—Ni lo pienses Ayleen.— me quito de encima de el delicadamente. Fruncí el ceño.

—¿Por qué no?.— pregunté parándome de la cama, el hizo lo mismo.

—¿Sabes las cantidades de personas que podrían hacerte daño o podrían hasta matarte en un segundo, solo así?.— chasqueó los dedos y luego negó.— No dejare que eso pase Ayleen.

—Quiero estar contigo, Colton.— hice un puchero.

—Puedes estar conmigo y no meterte en esto.— rodeé mis ojos— ademas— me tomo de la
cintura acercándome a el— tu cuerpo es mi pequeño para exponerte a esa clase de trabajo.

Puse cara de ofendida.

—No soy tan débil, mate a dos personas sin pensarlo.

—Estabas herida, y llena de venganza.

—Como quiera Colton.— alargué la "o" y el rio.— Puedo ir al gimnasio o lo que seas que hagas para mantenerte en línea.

—Aun así.— beso mi nariz— no aceptare tu oferta— bufé—Jaden me mataría si sabe algo así.

—Realmente me parece buena idea.— dice una voz detrás mía, volteo y miro a mi hermano.— ya veo que se arreglaron.— dice el sonriendo, Pilar venia detrás de el.

—Si...— susurramos al mismo tiempo el beso mi frente y yo sonreí.

—Pues bien me parece buena idea.— dice el entrando por completo a mi habitación, Pilar entró igual.

—¿El que te parece buena idea?.— preguntó Pilar tirándose en mi cama, Jaden se sentó al lado de ella.

—Que Ayleen se una a nosotros.— dijo calmado, una sonrisa se formo en mi cara.

—¿Qué?.— dijeron Colton y Pilar al unísono.

—Solo piénselo— dijo mirándolos— luego de lo que paso Ayleen, ella debería saber como defenderse, como usar un arma...

—Eso ya se hacerlo.— dije interrumpiéndolo, Colton y Pilar miraban a Jaden confundidos.

—Como sea, sera mucho mejor para ella, y para todos.— dijo el encogiendo sus hombros.

—¿Y que pasara con sus estudios?.— pregunto Pilar.

—Sera narco no estará embarazada.— dijo mi hermano obvio. Mire a Colton.

—Sigo en desacuerdo.— dijo suspirando.

—Quiero esto, Colton.— susurré.

El respiro hondo.

—Solo te digo que si algo sale mal te sales de inmediato.— grite de la emoción.

No sabia porque estaba tan feliz, ya que en este trabajo podrían salir cosas buenas como también malas y mucho mas malas que buenas. Pero sentía que una parte de mi necesitaba esto.

No puedo decir que me gusto matar a esas dos personas, pero al recordar todo lo que me hicieron, cada sentimiento de arrepentimiento se esfuma.

***

Era sábado por la mañana y estaba haciendo algo para comer.

—Buenos días.— dijo Jaden entrando a la cocina, tomo una de mis galletas y se la llevo a la boca— ups, es mía.

—Eres un imbecil— dije riendo— buenos días.

Miro su celular y luego me miro a mi.

—En media hora nos vamos, cambiante y lleva ropa para entrenar.— salió de la cocina, levante mis cejas y me fui a mi habitación comiendo galletitas.

Al terminar tome una ducha, y me cambié. Tome un bolso y entre todo lo que necesitaba.

Baje las escaleras y ahí estaba Jaden, tomándose una soda.

—¿A donde me vas a llevar?.— pregunté saliendo de la casa.

—A entrenar, hermanita.— fruncí el ceño. Nos subimos al auto y nos dirigimos a no se donde.

Sonreí.

—¿Colton ya esta de acuerdo?.— encogí mis hombros.

—Se tendrá que acostumbrar.— dije suspirando.

—Ayleen, ¿sabes que si te sucede algo no pensare en sacarte de este lío verdad?.— asentí— trataré de volverte mejor, menos débil, más ruda, pero te conozco muy bien.— lo mire mientras el me miraba de reojo.

—¿Que quieres decir con eso?.— pregunté confundida.

—Quiere decir que por mas fuerte que te conviertas, o mas ruda que te vuelvas, siempre estará tu Ayleen débil y mi hermanita del alma.

Suspire. Tenía razón, pero tenía que probar que podía con esto.

—Jaden— tome su mano— si pude soportar todo lo que soporte, puedo soportar lo que sea.

El asintió.

—Solo ten cuidado.

Esta vez yo fui la que asentí.

—Llegamos.— dijo el estacionándose, volteé a ver y un gran gimnasio.

—¿Un gym?.— pregunte frunciendo mi ceño.

—Iras a entrenar, no a pelear.— dijo riendo.

—No aún.— lo golpe de el hombro riendo, el sonrió y entramos.

—Kevin, amigo.— dijo mi hermano al un chico cuando entramos al gimnasio, se dieron un abrazo de amigos y luego me miro.

—¿Y quien es ella, Haynes?.— preguntó, me limite a solo sonreír.

—Mi hermana, Ayleen— dijo presentándome— Kevin. Kevin, Ayleen.— el me ofreció su mano y yo la acepte.

—Veo que es muy callada.— reí al oír su comentario.

—Tímida, aveces.— respondí sonriendo.

—Entonces señorita tímida, siéntase como en casa aquí.— Jaden me guío a unos casilleros para poder guardar todo lo que no necesitaba.

Miraba a todo como me comían con la mirada o simplemente me ignoraban para seguir haciendo sus cosas.

Mire como dos chicas estaban peleando, una estaba muy golpeada mientras que la otra solo tenía su ceja sangrando y un pómulo morado.

Me recordé lo que paso, y suspire tragando saliva.

Esto va a ser muy interesante. No mas débil Ayleen y siento que esto es el comienzo de mi verdadera historia.

Idiota, te amo. Where stories live. Discover now