⠀⠀⠀✧〻 𝑻𝑾𝑬𝑵𝑻𝒀 𝑺𝑬𝑽𝑬𝑵.

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Como pudo, Chan recostó al omega en el gran sofá

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Como pudo, Chan recostó al omega en el gran sofá. Claramente el alfa no pudo ignorar las peticiones de Minho, además él quería apoyarlo y cuidarlo como se debía; todo eso sumado el saber que el omega se encontraba solo en aquella casa. No, no podía dejarlo.

─Vuelvo enseguida, llamaré a mi madre para avisarle.

Minho asintió con lentitud, estaba un poco más aliviado gracias al rápido efecto de los supresores. Chan sacó su teléfono celular mientras se recargaba en la pared del angosto pasillo. Fue contestado al segundo tono.

─¿Qué pasa, cariño? ¿Por qué no llegas aún? Es demasiado tarde.─ inevitablemente, Chan esbozó una pequeña sonrisa. Adoraba a su madre, tan dulce y dedicada a él como siempre.

─No te preocupes mamá, estoy bien. Nos han pasado percances algo... complicados.

─¿A qué te refieres con eso? ¿Ya estás alistándote para venir?─ se detuvo unos segundos para luego volver a hablar. ─Chan, dime que no has debido alcohol.─ su tono era de advertencia. ─Sabes que tienes que manejar en perfecto estado y llevar a Minho a su casa también.

─Claro que no bebí, no soy irresponsable con eso.─ se quejó con un tono algo infantil y pudo escuchar la leve risita de la omega. ─Y uhm, mamá, respecto a Minho, hay algo que tengo que comunicarte.─ rascó su nuca algo nervioso por más que su progenitora no pudiera verlo.

─¿Qué sucede? ¿Le pasó algo al pequeño?─ su tono de preocupación volvió.

─Mamá...─ exhaló el aire con lentitud. ─Minho ha entrado en celo.

─¡¿Qué?! Espera, ¿En la misma fiesta? ¿Él está bien?

─Sí, acabamos de llegar a su casa, compré supresores y ahora está mejor.

─Pero no puedes estar cerca de él ahora.─ habló rápidamente. ─Debes dejarlo bajo el cuidado de su mamá. Ha empezado su ciclo de calor y...

─Su madre ha viajado esta mañana.─ interrumpió brevemente. ─Minho está solo, no puedo dejarlo, será mi futuro omega y tu futuro yerno. Debo cuidarlo, mamá.

─Entonces iré para allá.─ decretó firme y los ojos de Chan se expandieron con sorpresa.

─Harías, ¿Harías eso por nosotros?─ cuestionó con dificultad. Su mamá era realmente increíble.

─Por supuesto que sí, cachorro. Nuestro deber siempre es cuidar de nuestra manada. Dejaré a tu padre, confío en que podrá hacerse el desayuno mañana.─ Chan sonrió con entretención y ansiaba tener a su mamá ahí mismo para abrazarla.

─Gracias, mamá, te amo.─ su voz sonó cálida y dulce. Su pecho se llenaba de orgullo al saber que aquella mujer era su progenitora.

─Yo también te amo, cachorro, y también amo a Minho y a la gran familia que en algún futuro van a formar

El lobo de Chan saltó feliz al tan solo escuchar aquello. La idea le encantaba de sobremanera. Sabía que se haría realidad.

El joven alfa le dictó la dirección de Minho y también un archivo GPS a través de kakaotalk por si su madre podía confundirse. Se despidieron cortamente y Chan volvió a la pequeña sala.

Sonrió al ver la tierna figura de Minho durmiendo. Su mejilla resaltaba debido a la presión de su cabeza y aquellas manos juntas que reposaban debajo de su rostro. Se acercó con lentitud y se tomó el tiempo de apreciarlo un poco más.

Desde sus delineadas cejas, sus largas y espesas pestañas; bajando hasta aquella pequeña nariz redondita y sus finos, brillantes y rosados belfos entreabiertos. Su respiración era acompasada y el aroma dulzón que emanaba ya no era tan intenso, se sentía más tranquilo al saber que Minho ya no corría algún peligro.

Sin embargo, hizo un pequeño mohín, Chan no quería hacerlo pero para mayor comodidad del omega, debía levantarlo para que se recostara en su habitación.

Honnie...─ se puso de cuclillas y acarició la mejilla del omega. Chan estaba seguro que había escuchado una especie de adorables ronroneos. ─Despierta, ángel, solo hasta que subas a tu recámara.

El omega volvió a abrir los ojos con pereza y soltó un largo bostezo. ─Tengo mucho sueño.─ hizo de su mano un pequeño puño la frotó en sus ojos con suavidad.

─Lo sé, pero estando aquí puedes lesionar tu cuerpo.─ habló con suma paciencia.

Minho hizo un pequeño puchero pero no tuvo otra opción que reincorporarse. El alfa lo tomó de la mano para luego llevar aquel delgado brazo alrededor de su cuello, se apegó a su lado y con la otra mano sostuvo su cintura para mayor comodidad. Ambos subieron las escaleras con lentitud y el omega lo dirigió hasta la que era su habitación.

Chan sintió a su lobo regocijarse animado y feliz, puesto que todo aquel pequeño lugar tenía el dulce aroma de vainilla y canela de Minho, sintió la calidez instalarse en su pecho y miró al omega con mucho amor.

El pelinaranja se sacó las zapatillas y como pudo, se fue a buscar algún conjunto de pijama de algodón en su armario. Chan se sentó en el borde de la cama y esperó a que el omega se cambiara dentro del baño.

Solo fueron un par de segundos cuando vio a Minho salir aseado, con una linda cafarena mucho más grande que su verdadera talla y un pantalón chándal, ambas prendas de color celeste pastel.

El alfa sonrió con ternura y se levantó para alzar las sábanas, ayudando a Minho a meterse en ellas.

─Mi mamá vendrá a cuidarte, Honnie.─ habló con calma mientras se sentaba en la cama nuevamente, entrelazó sus dedos con los del omega y volvió a sonreírle. ─¿Cómo te sientes ahora?

─¿Tu mamá sabe de mi celo? ¿Se ha molestado contigo?─ preguntó rápidamente.

─A decir verdad, se ha preocupado por tu bienestar, y al saber que estás solo y yo soy tu futuro alfa, pues... eh, n-no está en confianza de eso.─ murmuró lo último algo nervioso.

─Tu mamá es tan linda.─ concluyó con una sonrisa sincera y algo cansina. ─Y también me da algo de vergüenza que se haya enterado de mi celo.─ murmuró con timidez.

─Nada de eso.─ lo miró fijamente. ─Tu ciclo es totalmente normal. No te preocupes, que el dúo madre e hijo Bang, va a cuidarte lo necesario.

Habló con cierto toque divertido y ambos sonrieron inevitablemente. El alfa acercó su rostro al de Minho y acarició con su nariz la tersa y blanquecina piel del rostro contrario, con delicadeza y cariño.

El omega reprimió una tímida sonrisa y rodeó el cuello de Chan con ambas manos. Acercándolo más a él y poder sentir mejor su calidez mezclada con aquel aroma de café y menta que le pertenecía.

─Voy a cuidarte todo el tiempo que sea posible.─ susurró Chan mientras le daba castos besos por todo el rostro al omega.

─ susurró Chan mientras le daba castos besos por todo el rostro al omega

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𝘁𝗿𝗲𝗮𝘁 𝘆𝗼𝘂 𝗯𝗲𝘁𝘁𝗲𝗿 ꗃ᤻ chanhoOù les histoires vivent. Découvrez maintenant