𝘁𝗿𝗲𝗮𝘁 𝘆𝗼𝘂 𝗯𝗲𝘁𝘁𝗲𝗿 ꗃ᤻ chanho

⠀⠀⠀✧〻 𝑵𝑰𝑵𝑬.

El alfa se reincorporó de inmediato, sacudiendo su pantalón y mirando con algo de inseguridad a Minho.

─Hola...

El omega sujetó fuertemente los tirantes de su mochila y movió su mirada de un lado al otro, no sabiendo qué decir exactamente.

Chan se tensó y una leve tristeza lo invadió, en verdad estaba preocupándose con la idea de que Minho le tendría miedo o cierto resentimiento por haberse enfrentado a JoonSuk.

─Tal vez te preguntas sobre qué es lo que hago acá,─ carraspeó notando la situación algo incómoda. ─o hasta cómo sé de tu dirección. Lamento venir de imprevisto, pero Minho... Yo, yo no quiero estar alejado de ti.─ sus miradas se conectaron por unos instantes. ─En verdad me siento mal ante tu indiferencia, sé que mi actitud no fue de lo mejor con JoonSuk, pero él...,─ intentó no exasperarse. ─me dejé llevar por mi lobo. No quería causar problemas.

Minho empezó a acercarse lentamente.

─Es p-por eso que te dije que no era buena idea que seas mi amigo.─ dijo con una sonrisa verdaderamente triste. ─Sólo te causaría problemas. ¿Qué hubiera pasado si los demás te acusaban por violento?─ cuestionó cansinamente y Chan no respondió ante ello. ─¿Lo ves? Ser amigo mío no es lo correcto.

El alfa alertado ante tales palabras que hicieron punzar su corazón, tomó con delicadeza las bonitas manos de Minho.

─No.─ dictaminó mostrándose seguro por primera vez en aquella conversación. ─No digas eso. No me interesa, no me importa los demás y si llegara a tener conflictos me tendría sin cuidado, porque lo que más me importa eres tú.─ susurró la última frase apenado. ─Sólo necesito de tu compañía, ya nada más me interesa.

Chan aún con las manos del omega entre las suyas, juntó de a poco su frente con la contraria. Dejando que sus lentas respiraciones se mezclaran y una calidez genuina inundara sus corazones.

El pelinaranja se sentía extraño, porque aquello último que dijo el alfa era justamente lo que necesitaba, y a su lobo le hacía notoria falta durante todos los días que decidió evitarlo.

También necesitaba de su compañía.

─Es raro pero a la vez lindo.─ habló Chan todavía estando cerca. ─Contigo siento una paz interna, una calma inexplicable tanto para mí como para mi lobo. Eres todo lo que necesito...,─ dijo desde lo más profundo de su corazón, de aquello donde guardaba sus más fuertes sentimientos. ─y esto podría ser tan diferente.

─Chan, no...─ intentó alejarse.

El alfa tomó ambas muñecas de Minho con delicadeza y suspiró fuertemente, tratando de ocultar cualquier indicio de siquiera querer sollozar.

─No, espera, solo un poco más. Por favor...─ suplicó sintiendo sus ojos arder a pesar de tenerlos cerrados.

Minho pudo percibir que el aroma del alfa estaba mezclado con el de tristeza, su voz había salido frágil y al abrir lentamente sus ojos, pudo ver como un par de gotas cristalinas descendían de aquellas tersas mejillas.

Sintió su corazón quebrarse y su lobo interno se sumió en tristeza al ver el estado del alfa, agachó la cabeza desanimado que ni siquiera quiso aullar por el dolor del momento.

─Alfa...─ su voz le falló un poco, ver a Chan así lograba hacerlo decaer emocionalmente y sentir un amargo y molesto nudo en la garganta. ─Alfa, mírame.─ suavizó su voz, tratando de hacerla relucir dulcemente para poder calmar a Chan.

El omega se había dado cuenta que aquella brillante luz que es Chan era una tan única y especial que no debía por nada del mundo extinguirse.

Verlo ahí, soltando débiles sollozos entrecortados y mostrando un aura totalmente diferente de la que Chan poseía, era inconcebible para Minho. Y pudo entender que él también era capaz de ayudarlo, de ser su soporte y compañero emocional, o al menos intentaría serlo.

─Vamos, alfa.─ siguió llamándolo con aquella voz especial, haciendo que de a poco ambos conectaran sus miradas.

Minho suspiró suavemente tratando de no ponerse nervioso o tímido en demasía. ─No tienes la culpa de nada, no cargues con eso. Eres un alfa sumamente especial, uno que cualquier omega desearía tener a su lado.

El rubio volteó su rostro a un lado. Él no quería a cualquier omega... Él estaba enamorado de Minho.

El omega sintió que sus muñecas eran soltadas y no dudó en sostener el rostro de Chan entre sus manos. Acariciando suavemente su mejilla izquierda.

─Eres muy valioso, Channie.

El mencionado se sorprendió ante aquel comentario, mostrando un sutil brillo en sus orbes.

No resistió más y rodeó en sus brazos el cuerpo más pequeño, acomodando inconscientemente su cabeza en la curvatura del cuello de Minho. Sorbiendo por última vez su nariz y colocando sus manos a cada lado de la cintura adversa.

El omega no se opuso, porque por más extraño que pareciera... Minho estaba comenzando a confiar en un alfa tan noble y dulce como lo es Chan.

Todavía en esa posición, el omega decidió soltar un poco de sus feromonas para tranquilizar al rubio, queriendo que este dejara todo rastro de tristeza. Queriendo arrullarlo y calmar todo latido estrepitoso de su corazón. Porque era consciente de que el alfa no merecía cualquier sentimiento negativo.

Como el flash de una cámara, recuerdos pasaron rápidamente por su cabeza. Los cortos pero agradables momentos que pasó con Chan en la biblioteca, algunas veces en la azotea, incluso en la lejanía del campus. Una sonrisa, una breve conversación y hasta un repentino saludo era sumamente especial, todo contaba y todo lo apreciaba por el simple hecho de que lo compartía con el alfa.

Porque a Chan no le importó lo problemático que solía ser JoonSuk, o la tímida personalidad que él mismo poseía.

El alfa le había extendido la mano con una cálida sonrisa y Minho estaba seguro que cuando se sintiera totalmente listo, la tomaría con firmeza y seguridad.

─¿Podemos seguir siendo amigos?─ preguntó en voz baja, haciendo que su aliento chocara en el sensible cuello del omega y éste la considerara una agradable sensación.

¿Por qué pensarlo tanto? Minho se sentía muy seguro al lado del alfa. ¿Por qué crear dudas?

Al omega le gustaba ver las sinceras sonrisas que Chan le dedicaba. ¿Por qué negarse a ello?

Bien, quizás a JoonSuk le disgustara lo que el omega decidiera, pero su lobo le insistía a decidir por él mismo, aunque sea por una vez.

─Sí, Chan, amigos.─ aseguró algo apenado, pero firme con su decisión.

El alfa salió del reconfortante lugar y  apreció aquella sonrisa de tiernas encías y hermosos dientes, la que tanto le hace suspirar.