23: Azra🍷

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Cuando despierto es pasada la media noche, hace frío y tengo hambre, sacudo la cabeza poniéndome de pie mientras bostezo solo recordando la conversación con Herman, reviso la hora en mi teléfono encontrando una llamada perdida de un número desconocido y otras diez de Anabelle me rio entre dientes ante de dirigirme hacia el baño más dormida que despierta, joder, hace tiempo que no había dormido tanto, son casi las dos de la mañana y estoy entre un limbo de cansancio y querer comer, extraño a Ellie...

Sacudo la cabeza una vez más negándome a pensar en ello.

Seguro me quede dormida luego de haber tomado las pastillas que me dio Herman, aunque no me interesa mucho lo que sea. Solo sé que debo buscar a Jedrick y exigirle que me deje ir.

No puedo seguir aquí, si continuo en este lugar sola y sin moverme perderé la cabeza.

No puedo permitirme caer porque si lo hago todo mi esfuerzo en mantenerme en paz no habrá valido la pena.

Luego de ducharme y sacar las imágenes de mi noche anterior con Jed, he de decir que estar encima de él y..., peino mi cabello mientras enciendo la laptop que me trajo su hermano, enciendo la cámara después de aceptar la llamada que me tiene con un constante dolor de cabeza, veo a mi prima acostada en el pasto de la montaña con una sonrisa divertida y una ceja enarcada.

—Van a matarte, Azra—se burla nada más verme—, lentamente.

—Soy adulta y sé lo que hago, genio, ¿Cómo estás?

—Aun sigo procesando que te casas, pero luego de eso, estoy bien, deseando volver a Londres pronto.

—No llevas ni dos meses de haber vuelto al insti, idiota.

Resopla con fastidio y gira la cámara para que vea la ciudad, una sonrisa se desliza por mis labios sin poder evitarlo. Como extraño esas calles, esas luces...

—Newcastle no es el mismo sin ti, pero sé que no volverás y comienzo a entenderlo, lo siento, Az... no sabía más de lo que dijo mamá. No era consciente de lo que hizo mi tío. De verdad lamento mucho haberte insistido.

Un escalofrío me recorre la columna vertebral, pero lo ignoro mostrándole una sonrisa dientes perfectos que acaban en una mueca.

—Pasaron seis años, Rose. Ya no importa, aunque entiendo a tu madre, solo tenías diez años, no debías saber esas cosas. Es pasado, ni siquiera me acuerdo.

Niega con la cabeza con un puchero.

—Sabía que Johnson estaba en prisión, pero no que él te había herido tanto, todas las veces que te he insistido—sus ojos se llenan de lágrimas y respiro hondo—, no era mi intención recordarte el pasado, lo juro. Solo... hacia oídos sordos cuando todos te conocían o decían que eras un ejemplo a seguir, y lo eres, eres tan fuerte que me dan ganas de abrazarte y no soltarte nunca. No debí ser tan desconsiderada sin saber las verdaderas razones.

—No hablemos de eso, Rose. Soy feliz, voy a casarme y todo estará bien, nada malo sucederá pequeña idiota, además tu prima es la mejor no tienes por qué preocuparte por nada.

—Te amo, Azra, ¿lo sabes?

—Y yo a ti, eres mi persona favorita luego de Ella.

—Ay, ese demonio siempre esta primero que yo, ¿Qué hago para ser la única?

—Haz que me sienta orgullosa de ti.

—Uy, eso si no puedo prometerlo, soy un desastre—se ríe y rueda los ojos—, mi madre estuvo a nada de cortarme el pelo porque quise ponérmelo azul, y hace unos días dije que ahora lo quería blanco con rojo, se volvió loca y Sarah solo se rió diciendo que le recordaba a ti. Por cierto, el embarazo la ha puesto más divertida e incluso ya me deja subir al ático de la casa y tomar tus cosas. Encontré una playera de The Fray y me encantó.

Insana lujuria © #2 ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora