Insana lujuria © #2 ✓

10: Azra🍷

Mi cabeza duele mientras me incorporo de la cama con frustración, a mi lado se encuentra una durmiente Belle quien deja escapar ligeros ronquidos y yo me levanto de la cama tambaleante, la melodía de mi teléfono aumenta y aprieto los labios cuando el dolor de cabeza me quiere consumir.

Maldita seas Anabelle por llevarme contigo.

Tomo el aparato y lo llevo a mi oreja mientras bostezo. Paso una de mis manos por mi rostro a la vez que hablo con voz ronca.

—¿Diga?

Todos mis instintos se ponen alerta cuando escucho la voz ronca de Adrien y de inmediato me despierto por completo, incluso me caigo de la cama golpeándome la mejilla. Trato de no maldecir mientras me incorporo con el corazón acelerado.

—¿Cómo estás, Ángel caído? ¿Disfrutaste de nuestra noche?

—¿De qué coño hablas? Voy a colgar, maldito lunat...

Mis recuerdos son confusos y tratar de recordar solo empeora mi dolor de cabeza. Trago saliva cuando me interrumpe.

—No me digas que no recuerdas, Az. Eso sería muy duro para mí. No puedes olvidar nuestra noche.

—¿Pero tú estás drogado o qué mierda? ¿Qué coño dices?

Me levanto del suelo, yéndome al baño cuando veo a mi mejor amiga removerse en la cama. Me tambaleo, pero logro llegar al lugar.

—Simple, ángel caído, disfrutamos como lo hacíamos hace seis años, ¿o lo olvidaste? Me darías muy fuerte en mi orgullo si así fuera.

Aprieto con fuerza el aparato y mis labios se llenan de sangre cuando mis dientes de clavan en ellos. No controlo mi voz cuando le grito y no es como si me interesara hacerlo.

—¡Vete a la mierda, Connor!

Suelto un grito frustrado mientras el móvil se hace añicos cuando lo arrojo al suelo. Se aprovechó de mi borrachera para llevarme a la cama.

Las manos me tiemblan y no mido mi rabia cuando golpeo los azulejos que se manchan de sangre, los nudillos me arden y veo rojo. El pecho se me eleva y respiro con dificultad. Niego con la cabeza mientras maldigo.

¡Maldito hijo de puta!

El aire me falta y trato de controlarme buscando mi medicamento entre las gavetas que se encuentran en mi tocador, soy un desastre de manos temblorosas, pero no dejo que ninguna lágrima salga de mí mientras mi rabia me controla, mis nudillos sangran y la cabeza va a explotarme.

Arrojo todos mis productos cosméticos cuando no veo el frasco de pastillas y maldigo arrodillándome al suelo para buscar entre los pedazos mi móvil, la pantalla está completamente rota y necesito llamar a mi hermano.

Mierda, mierda, mierda.

Sigo sintiendo el sabor metálico en mis labios mientras maldigo una y otra vez a Adrien Connor por aparecer en mi vida.

¿Cómo pude ser tan estúpida?

Mi respiración es irregular cuando y el corazón late con rapidez mientras la puerta de mi baño y mi mejor amiga de acerca a mí tomando mi rostro en sus manos, solo puedo ver rojo.

Lo odio.

Maldita sea.

—Hey, hey, mírame —siento que toca mi rostro, pero la aparto con furia, soy consciente de los temblores de mi cuerpo mientras me alejo de cualquier cosa que pueda tocarme—, ¡Azra, maldición! Vamos, cálmate, estoy aquí.

Su grito empeora mi jaqueca y la mando al demonio.

—¡Largo de mi departamento ¿Qué demonios hace aquí de todos modos? ¡Largo de aquí!