Cápitulo 20

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Anteriormente:

Cristina, empezaba a quedarse dormida, luego de varias caricias y besos que le había proporcionado Federico, pero algo que sintió la hizo despertarse, miró hacia las sábanas y se asustó en verdad.

- Eso es sangre??!!!!- ambos gritaron al únisono.

- Mi vida, estás sangrando!!- decía Cris alarmada.

- La herida se abrió, tranquila, todo está bien- Federico se acomodaba en la cama.

- Voy a llamar al médico, no te muevas.

Minutos después el médico suturaba la herida, le dió un análgesico a Fede para el dolor.

- Ves?, solo fue el susto, no hay de que preocuparse.

- Por un momento pensé que estaba perdiendo a mi bebé- se tocaba el vientre- Me he estado sintiendo mal todo el día.

- Lo sé, no sé qué hacer para agredecerte, si no hubiera sido por ti ahora estuviera muerto.

- Me preocupa quién quiere matarte, sé que vas a decir que es Ángel. Pero te juro que no lo es, yo lo conozco y sé que no sería capaz.

- Por qué estás tan segura?

- Porque si lo hace, estaría matando la amistad que quedó entre nosotros y él no soportaría que yo lo odiara.

- Visto así, tienes razón.

- Tú tienes enemigos?, lo digo porque eres un hombre poderoso y no es extraño que los tengas.

- No lo sé, Cris- suspiró.

- Y ahora, por qué suspiras?

- No me gusta sentirme impotente, tirado en esta cama de hospital.

- Tranquilo- le besaba la frente- todo va a estar bien.

- Me preocupas, Cris, tú y mis hijos- suspiró y se acomodó en su cama.

- Pero no entiendo? -se acomodaba en su pecho.

- Cris, estamos en peligro, hay alguien allá afuera queriendo hacernos daño, y yo te veo tan tranquila...

- Pero es que eso ya está en manos de las autoridades, más no se puede hacer, yo también me muero de miedo, pero tenemos que salir adelante y sobre todas las cosas no transmitir ese miedo a los niños.

- Me encanta la seguridad que me proyectas, es increible lo bien que me siento a tu lado- le da un beso en la frente.

- Te amo, Federico, por siempre te amaré..

- Yo más, mi niña malcriada.

Esas horas fueron eternas, ambos tenían sus ojos cerrados pero sus pensamientos expuestos, Federico abrazaba con fuerzas a Cristina que se aprisionaba más a su pecho sintiendo su calor.

En la mañana se despertaba Fede, tocaba a su alrededor y sentía el frío de la mitad de su cama, buscó con la mirada en su habitación y no la encontró. Como pudo intentó levantarse pero una mano lo sujetó por su hombro y le impidió hacerlo.

- A dónde crees que vas?

- Cristina, pensé quete habías marchado o peor, que algo malo te sucedió- respiraba aliviado.

- Mi amor- se sentaba en la cama- tienes que dejar de preocuparte de esa manera, ya nada podemos hacer.

- Nunca voy a dejar de preocuparme por ustedes, no hasta que encontremos a ese tipo, pero bueno, por el momento olvidemos eso, ven, te quiero cerquita de mi- la aprisionaba contra su pecho-

- Federico, quiero preguntarte algo- sostuvo todo el aire en sus pulmones- En serio estás dispuesto a querer a mi hijo aún sabiendo que no es tuyo?- lo miró fijamente.

- Es tuyo, y es lo único que importa, entiende algo Cristina, te amo y por lo tanto amo todo lo que venga de ti, tú fuiste capaz de perdonarme la traición que te hice, entonces quién soy yo para juzgarte?El amor que te tengo supera todo lo que algún día pudiera distanciarnos, y creeme que siempre te voy a pedur perdón por la bestialidad que hice- la besó en la frente.

- Fede, nuestra relación comenzó mal, yo por diversión y tú para tratar de olvidar todo el dolor que sentías por lo de tu esposa, es por eso que nos hicimos tanto daño, tardamos mucho en darnos cuenta de eso, pero gracias a dios, estamos juntos de nuevo para enmendar todo eso, te amo- lo abrazaba.

Días después Federico era dado de alta, en todo ese tiempo Julia se había hecho cargo de los niños, el embarazo de Cris seguía su curso, y aunque ella no se separaba se Federico de igual manera asistía a tosas sus consultas acompañada de Ángel.

En la tarde llegaron a la mansión, fueron recibidos con mucho agrado por todos, o casi todos, la más pequeña de la casa ni siquiera quizo saludar a su papá, mucho menos a Cristina que sentía que su corazón se quebraba cada vez que veía con el desprecio con que la miraba su hija.

Subieron a la habitación para que Federico descansara, Cris esperó que se durmiera para bajar, un estruendo y unos gritos desperataron a Fede que corrió al lugar de donde provenían los ruidos, se quedó frizado al ver a su esposa inconciente en el piso, luego de haber rodado escaleras abajo, desde lejos una mirada temerosa y culpable observaba aquel caos.

Federico bajó corriendo las escaleras y cargó en brazos a Cristina, la llevó de inmediato al hospital, le hicieron los estudios pertinentes y el médico le explicaba bien a Federico lo que debia hacer de ahora en adelante.

- Mi amor, cómo estás?- preguntaba Fede al entrar al cuarto.

- Un poco adolorida, pero bien.

- Cris, tenemos que hablar...

Cristina sintió como el apma se le iba del cuerpo.

Niños ya regresé, espero que les guste este cápitulo, un beso depredasor para todos💗💗Dejen sus comentarios

TU AMOR... QUÉ SE LO LLEVE EL VIENTO!!Where stories live. Discover now