TU AMOR... QUÉ SE LO LLEVE EL VIENTO!!

Cápitulo 13

Anteriormente:

- Hablas de mi como si me conocieras- sonreía.

- Y te conoce muy bien, le cuentas tú o le cuento yo?- decía serimante el Dr. Rios Bernal.

- Qué tiene que contarme señor Rivero?- preguntaba espectane.

- Nada, que pronto llegará tu esposo y te podrás ir- se apresuraba en decir Federico.

- Exactamente Cristina- miraba la reacción de Federico- Me permite hablar un momentos a solas con usted, señor Rivero?

- Por supuesto- ambos salían de la habitación.

- Por qué no dijo la verdad?- cuestionó.

- Pues porque ella está convaleciente, no me parece prudente de que lo haga, ya en su tiempo lo haré.

- Solo espero que no tengan que pasar 7 años más para que lo haga- lo dejaba solo.

- Lista para irte?- decía entrando a la habitación.

- Sí, pero pensé que mi esposo vendría por mi.

- Y aquí estoy mi amor- decía Ángel entrando.- Gracias por cuidar de mi esposa y mi hijo pero ahora me encargo yo.

- Ya sabes que estoy embarazada?, quería ser yo quien te lo dijera- protestaba Cristina.

- Bueno, ya que veo que tu esposo está aquí es mejor que me vaya, felicidades por tu embarazo- tragaba en seco y se marchó.

- Qué hacía él contigo Cristina!?

- Me encontró inconciente y me trajo al hospital- dijo.

- Y por qué no me llamaste?, yo hubiera venido.

- Bueno, lo siento, estaba desmayada, cómo querías que lo hiciera?

- Perdón mi amor, es que todavía no me creo que vamos a ser padres, es la mejor noticia que me han dado en mucho tiempo- decía besandole la panza.

- Sí, yo también estoy feliz- sonreía.

Esa noche Federico no pegó un ojo, le atormentaba el saber que Cris tendría un hijo de otro hombre. Se lamentaba el no haber formado una familia con ella, entre tantos pensamientos llegó el amanecer. Se levantó y desayunando junto a su familia se le ocurrió una idea.

- Qué creen si hacemos un viaje a la playa?

- A mi me encantaría mi amor.

- Sí y podemos llevar a Cris, verdad papi?

- Claro mi muñeca, esa es la idea, que Cristina vaya con nostros, se ha portado muy bien con nuestra familia, así que se merece este viaje, no se diga más, Cristina se va con nosotros este fin de semana.

Ese día Cris fue a trabajar, se encontró con Federico en la puerta.

- Buenos días señor- saludaba.

- Por dios Cristina, no me digas señor, para ti soy Federico- decía sonriente.

- Pues buenos días Federico- decía divertida.

Fede quedó embobado observándola sonreir, Cristina se dio cuenta y rápido se sonrojó.

- Por qué me mira así Federico?- preguntaba nerviosa.

- Perdón, lo siento, es que yo....lo siento- tartamudeaba.

- Cómo está Andy?- trataba de disimular.

- Bien, extrañándote, mira Cristina, me gustaría invitarla este fin de semana a la playa, usted ha hecho mucho por mi familia y quiero agradecértelo.