Cuando cae la lluvia © Tomo I [Completa ✔️]

Capítulo Diez

Capítulo Diez.

Brighton // Inglaterra

"...Ellos buscarán respuestas sin saber que el dolor se esconde con ella. El pasado las añora y el hombre de negro de la oscuridad saldrá, con la única promesa de cuidarlas hasta el final. La vida y la muerte unidas estarán..."

Rhett.

—Esto tiene que ser una pésima broma ¿Cierto? —cuestiono en dirección al rubio.

—No, no. Es de las mejores —responde sonriente.

—¿Te parece un juego? ¡Joder! Estamos entregando nuestras vidas al entrar allá y esto —las pateó— fue lo mejor que conseguiste.

—Mi prima es veterinaria y...

—¡¿Que?! Maldición, no. Dime qué esto no es de animales. Dilo —inquiero apretando los puños.

—Nos dará el tiempo necesario para escapar —asegura.

—¿Para qué tipo de fauna es?

—Aves pequeñas, creo.

Triple mierda.

Llevo mis manos a su camisa y lo estrello en la pared

—¿De verdad eres tan idiota o solo lo intentas? Maldición, vamos a ir a una casa que prácticamente tiene un arsenal con más de cinco hombres. Y a ti se te ocurre darnos como protección esto —grito y por primera vez en todo el tiempo en que lo llevo conociendo se ha quedado mudo.

—Yo no...

—Cállate ¿Sí? mejor cállate —respiro hondo— ¿La sabes disparar al menos?  —niega con la cabeza y siento como la adrenalina le da paso al sentimiento que desea estrellar mis puños en él.

Antes de siquiera llegar hacerlo, unas manos con manicura perfecta se enroscan en mis muñecas y sobre el cuello de Elián. No necesito voltear para saber quién no es.

—Se que es un imbécil. Te entiendo, de verdad lo hago. Yo quiero golpearlo el 90% por ciento de las veces en las que habla. Pero necesitamos estar unidos. Lo sabes.

—¡Aurora! —casi suspira con alivio al oírla hablar.

—Oh no. Tu calla, Rhett no lo hará, pero yo sí —afirma y pienso que es una broma, pero su mano se levanta y le da un derechazo que lo hace perder el equilibrio.

—Mucho mejor —asegura mientras mueve su muñeca.

Me acerco para preguntarle por Hope, pero quizás resulto demasiado obvio ya que responde antes de dejar siquiera que abra la boca.

—Está en su habitación, ve. Ya estaba casi lista —giro en dirección al pasillo, pero su voz vuelve a llegar a mí— No te preocupes, yo sé disparar y defenderme. Yo cubriré la espalda de Elián tu cuida de ella —dice desviando la mirada mientras ayuda a incorporar al rubio que ella misma mando al suelo.

—¿Te dolió? —le pregunta, no escucho la respuesta. Solo oigo un quejido mitad gemido.

Mujeres

Sigo avanzando y cuando estoy enfrente de la puerta me debato entre tocar o no. Al final me decido por lo último y al abrirla un suspiro involuntario se me escapa.

Hope está de espaldas en el espejo, con un pantalón bastante ajustado. Una camisa ceñida a su torso y unos botines grises. Me posicionó en su espalda y al ver mi reflejo sonríe. Termina de trenzar su cabello y se gira para observarme.

—Ya estoy lista, señor —susurra y quiero besarla de lo hermosa que se ve. Tanto que duele y ella lo sabe.

—¿Señor? —pregunto.