five

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Estaba emocionado.

Solo faltaba media hora para que Jacob, junto con su hermano mayor llegaran a mi casa.

Jaehyun había decidido invitarlos a las siete para que así puediera pasar tiempo con Jacob. Fue muy considerado por su parte, puesto que nunca ha dejado que un "desconocido" se quede por tanto tiempo para pasar tiempo a solas conmigo. Con Changmin lo intentó, pero al darse cuenta de que este me abrazaba como si no hubiera un mañana por las noches decidió que solo vendría a casa a quedarse si Chanhee también venía.

Y no es como si Jacob fuera a quedarse a dormir, pero iba a intentar convencer a mi hermano si Jacob quería, incluso podría hacer que el hermano de Jacob convenciera a Jaehyun.

De solo pensar que Jacob sería para mí por unas horas y quizá toda la noche mi corazón latía rápidamente. Me sentía hiperactivo, feliz. Podríamos hacer todas esas cosas que dijimos, escuchar rock indie, hacer una maratón de SuperBand, jugar videojuegos, comer pizza y dormir hasta que Jaehyun entre en la habitación enojado porque hemos dormido demasiado.

Suspiré de solo pensar en eso a la vez que terminaba de ordenar mi cama. La noche anterior había estado tan nervioso por la visita de mi nuevo amigo que me había comido toda la reserva de helado y patatas fritas mientras veía por decimoquinta vez la primera temporada de SuperBand, y todos los envases y restos los había dejado en mi cama. Así fue como desperté con el cabello sucio de helado derretido y las manos y brazos embarrados de la cantidad industrial de grasa que traen las patatas fritas, y así fue también como recibí el regaño de Jaehyun, y tuve que bañarme y ordenar de nuevo mi habitación.

Con mi habitación completamente ordenada y reluciente, bajé a la cocina para encontrarme a Jaehyun a punto de comenzar a cocinar. Corrí hacia la isla que teníamos en la cocina y me coloqué delante de esta y frente a mi hermano extendiendo mis brazos para que no tocara las verduras que estaban ahí.

—¡Espera! —grité.

Jaehyun me miró con el ceño fruncido, bajando el cuchillo que tenía en las manos y colocando estas en sus caderas en forma de jarra. Con aquel delantal y esa cara de "Kevin Moon quita de ahí si no quieres llevarte un castigo" parecía una madre, en especial, mi madre, nuestra madre.

—Dejame cocinar a mí. —le dije con súplica. Si iban a venir invitados era mucho mejor que Jaehyun se alejara de la cocina. No estaba diciendo que mi pobre hermano palo era un desastre en la cocina, pero, en efecto, mi pobre hermano palo era un desastre en la cocina.

—Oh, vamos. Ya comencé. —contraatacó él, intentando apartarme, pero no lo consiguió. Me abracé a las verduras como si fueran Beyoncé, mi cantante favorita.

—No, no dejaré que hagas puré a estas pobres verduras y envenenes a nuestros invitados.

Quizá estaba exagerando un poco, sí, pero solo así conseguía que Jaehyun se rindiera.

—Estoy yendo a clases de cocina, he mejorado.

—Hasta que no vea el visto bueno de tu profesor de cocina, ¡no tocarás nada de esto!

—No seas tonto, aparta. —dijo suavemente, pero se tensó cuando volví a negar, dispuesto a permanecer allí por horas. Rechinó los dientes a la vez que volvía a hablar—: Kevin.

—Jaehyun. —dije con la misma dura voz que él.

—Dejo que te hagas amigo de ese niño, lo invito a casa a comer, permito que se sigan mandado notitas estúpidas, y así me lo agradeces.

𝒕𝒉𝒆 𝒃𝒐𝒚 𝒏𝒆𝒙𝒕 𝒅𝒐𝒐𝒓 | moonbaeWhere stories live. Discover now