Tenebrise (+18) I COMPLETA I

EXTRA IIII

Aclaración: Esto sucede tiempo después del final del libro.

SEGUNDO AÑO DE UNIVERSIDAD

JASON

-¿Ya te dieron un arma? Hay un pelotudo acá que dice que el color blanco me hace ver gordo.- Martín continúa parloteando a través de la línea mientras yo termino de guardar los libros en la mochila.

-No, no me dieron un arma.- respondo y río. Escucho a Carry desde la ducha también riendo de las locuras de mi mejor amigo.

-Pucha. Bueno, ¿cómo van por allá?

-Bien. Acabamos de terminar la clase de investigación de la escena del crimen. Es increíble, estamos aprendiendo muchas cosas. Estos conocimientos nos habrían servido antes, si sabes lo que te digo.- pongo el teléfono en mi oreja y lo sostengo con el hombro para continuar organizando los libros. Me obligo a esfumar aquellos recuerdos amargos de nuestra época en Berly.

-Y bua.

-¿Cómo está Fancis?

Por mucho que odie a los niños, Fancis siempre me parecerá un ser humano especial. Ha pasado por mucho desde temprana edad, algo que un chico no debería experimentar. Siempre pregunto por él y por como lleva la muerte de Eva. Ya han pasado dos años y puedo entender lo que es perder lo único que tenías.

-Ahí anda. El otro día fui con él y Brandon a patinar en el hielo. El imbécil se cayó mil veces de culo.- comienza a carcajearse.

-¿Brandon?

-No, yo.- ahora soy yo quien carcajea.

Carry sale del cuarto del baño con una toalla en su cabeza y otra cubriendo su hermoso cuerpo. Por poco no me empapo con mi propia saliva. Me sonríe llegando hasta a mi y plantando un beso en mis labios que saboreo cada segundo.

-¿Carriola está ahí?- grita- ¿COMO SE ENCUENTRA LA FUTURA SEÑORA F... ?

-¡SHH!- lo interrumpo y con toda la velocidad del mundo, corto la llamada y revoleo el teléfono. Carry se sobresalta y pega un pequeño grito.

-¿Qué fue eso?- su mano está en su pecho. El susto ha provocado que la toalla se le cayera. Gracias a dios.

-Nada. Está medio loco.- me rasco la nuca y me encargo de distraerla.

Joder, ya no puedo contarle nada a ese idiota, siempre se le escapan mis secretos.

-Amor, ¿preparaste tu bikini?

-Sipi. ¿Puedo saber por qué tienes esas repentinas ganas de nadar en el lago?

-No.- le doy otro corto beso en los labios y me dirijo a la pequeña cocina que tenemos en nuestro departamento. 

Los estudios no son gratis, lamentablemente.  Y mantener este lugar en el que mi novia y yo nos quedamos también es un gasto. Lo encontramos cuando estábamos buscando universidad juntos. Se encontraba cerca del establecimiento, con una cama grande, cocina, sala de estar y un cuarto de baño. Era mas que perfecto para nosotros. 

Por lo tanto, ademas de mis clases, asisto a un turno en un taller que encontré en esta ciudad. La paga era buena ya que buscaban empleados y nadie pedía el puesto. Básicamente fui la salvación de mi nuevo jefe y me alegra dedicarme a algo en lo que soy ya experto. Eso claro hasta que reciba mi diploma junto a mi chica y obtenga mi placa.

Si bien estoy feliz de estudiar, algo que he querido desde que terminé el instituto, me ha costado, en especial el primer año. Había perdido el ritmo, no sabia organizarme, habían cosas que no quedaban grabadas en mi cabeza. Era difícil. Muchos veces llegue al punto de querer arrojar todos mis libros a la mierda y abandonarlo. Me repetía que esto no era para mi y que solo perdía el tiempo.