Capitulo 43- El campamento

19.2K 1.2K 1.7K
                                    

-¿Protector solar?

-Si.

-¿Abrigos?

-Si.

-¿Cuantos?

-Dos.

-¿Y si te da frió y no te alcanza con dos abrigos?

-Pues le pido a alguien. ¡Además hacen más de treinta grados!- repliqué- Relájate mamá.

-Hija- se acercó papa- lleva esto.

-¿En serio?- lo tomé- ¿Gas pimienta?

-Eso no se discute.

Ruedo los ojos y termino de cerrar mi mochila. Llevaba lo justo y necesario. Pero claro mis padres se aseguraban de que estuviera bien equipada.

Después de volver a escuchar todas las reglas por octava vez, bajé a la estancia donde mi mejor amigo me esperaba para encontrarnos con los demás en una estación de servicio.

-¿Lista?- me recibió él cargando mi bolso.

-Sipi.

Nos despedimos de mis padres y mi pobre mejor amigo también tuvo que escuchar las reglas de papá. Para mis padres, Tony era como un hijo.

Subimos a su auto y nos dirigimos a la estación de servicio donde ya todo el mundo nos esperaba. Emocionada se quedaba corto con lo que estaba sintiendo. Estos días, decidí que me olvidaría de todo. No voy a pensar en ningún asesino, no voy a responder mensajes desconocidos, trataré de olvidar el dolor que ha dejado mi hermana, y la recordaré como se merece, y disfrutaré el momento con mis amigos y mi novio. Eran tres malditos días. Necesitaba paz por esas 72 horas. Espero que no sea mucho pedir.

Una vez nos encontramos con los demás, cargamos las cosas a los autos, entre ellas, las tiendas, la comida, los bolsos y un par de equipos como calentadores, infladores y esas cosas que nos servirían para nuestra estadía.

Dan trajo una chica como nos había dicho, llamada Gabriella. Y Carlos por su parte, trajo a su amigo Nahuel. Así que en total, éramos un grupo de catorce personas.

Saludé a mi novio con un beso en cuanto lo vi. Todo en él desprendía sensualidad. Vestía pantalones cortos hasta la rodilla y una camiseta junto a unos lentes oscuros que lo protegian del sol. Yo en cambio llevaba un vestido suelto color amarillo. En cuanto nos separamos del beso, refregué mi nariz con la suya en un gesto tierno. Él depositó un beso en la misma. Subí a su auto dado que yo iría con él, y los demás me imitaron, cada uno con quien le correspondía.

El viaje se hizo bastante rápido al paso que fuimos. El camping estaba a la altura de Guadaña. El clima estaba denso y caluroso provocándonos las primeras gotas de sudor. Los rayos del sol brillaban sobre nosotros dorando nuestra piel y no había señales de viento. Ansiaba meterme al agua.

Cuando por fin llegamos, nos registramos y buscamos un área amplia. Teníamos que colocar al menos siete tiendas. Encontramos una parcela perfecta (la zona de camping de cada grupo de campistas). Esta estaba frente al lago, con una gran extensión de terreno, con troncos que podíamos utilizar de asientos, y con una buena distancia hacia los baños públicos.

Cada uno se dedicó a armar su tienda. Como yo era un desastre, pues no entendía donde mierda iba cada palo, Jason tomó el mando de la operación.

-¡Ese es mi hombre!- le grité en señal de apoyo cuando terminó de armarla.

-Ahora me debes una.- se acercó para besarme.

El día transcurrió perfectamente. El calor nos estaba matando. Lo primero que hicimos fue meternos al agua, estábamos desesperados por librarnos de esa sensación de calor intenso. Junto con chapuzones y guerras de agua, nos molestábamos entre todos. Era divertido.

Tenebrise (+18) I COMPLETA IDove le storie prendono vita. Scoprilo ora