—¿Podría alguien no ser tan predecible?—comienza a caminar de lado a lado

Abrí los ojos un tanto sorprendida al ver lo qué pasó después de que terminara de hablar. Érica apareció, se lanzó contra él enredado sus piernas contra su cadera y comenzó a besarlo de forma apasionada. Derek, aceptó el beso.

Boyd y yo nos miramos e hicimos una mueca de asco. Iba hacer acto de presencia, pero el ruido de algo caer al piso me frenó. Derek había empujado a Érica de forma brusca y la hizo caer al suelo, haciéndola caer a lado de Isaac.

el hombre lobo se limpio la boca.—Es la última vez qué haces eso—advierte

—¿Por qué? ¿Porque no soy Alicia?—cuestiona un tanto indignada

«¿por qué siempre me meten?»

Derek no responde.

«¿¡por qué no responde!?»

Aunque quisieras, no podrías ser yo—hago acto de presencia y Derek voltea a verme.

Se que se dió cuenta de que había llegado, solo me estaba ignorando.

—Viniste—murmura

—No. Soy un holograma—digo caminando hacia ellos—. Dios. Son un asco en esto—miré a los dos betas en el suelo.

—Entonces hazlo tú si eres tan buena—replica Érica

No me molesté en mirarla. Mi vista estaba fija en el alfa que estaba enfrente mío.

—Observen y aprendan—dije

Me dirigí al punto de inicio donde anteriormente estaba Isaac. Comencé casi igual que el beta, esquive los obstáculos, pero no me desvié. Fui directamente hacia Derek. Se preparó para golpearme, cuando llegué enfrente de él, me agarró del cuello. Entonces, yo enredé mis piernas contra su cadera haciendo que en el momento en el que iba a lanzarme contra el suelo, él también cayera. Derek estaba debajo de mi y yo había inmovilizado sus brazos, apoyé una mano contra su pecho y palmeé varias veces de forma burlona.

«Ventajas de ser buena en combate es tener de entrenadores a los vampiros originales»

Maldita sea—escuché decir a Boyd—. Si que es buena—miré al chico y le regalé una sonrisa.

Volví a mirar al hombre debajo de mi y quise reír. Amaba ganarle en todo.

—Tienes mucho trabajo, cariño—comenté refiriéndome a sus betas.

Me levanté del suelo y extendí una mano para ayudarlo. Caminé hacia Boyd hasta colocarme a su lado.

«Él me caía bien»

¿Terminamos?—pregunta Isaac aún en el suelo—. Porque tengo como 100 huesos que tardarán unas horas en repararse.

Rodé los ojos. No durarían ni dos minutos en una pelea. Levanté la mirada para dirigir mi vista a Derek, para darme cuenta que, él ya estaba mirándome.

Me puse de cuclillas a un lado de Isaac y acaricié su mejilla. Me miró sin comprender, pero luego soltó un grito. Agarré su brazo y lo llevé hacia atrás, casi rompiéndolo.

𝐓𝐑𝐈𝐇𝐘𝐁𝐑𝐈𝐃 | 𝐓𝐞𝐞𝐧 𝐖𝐨𝐥𝐟Where stories live. Discover now