—Estoy ocupada, quítate—hice un movimiento con mi mano, pidiéndole que se moviera de mi auto.

No había sacado dos libros que Allison me había prestado y hoy los tenía que devolver.

—Alicia—tomó la parte baja de mi chaqueta y se acercó—. sabes que debemos hablar.

—No tengo nada que hablar contigo.

—¿Por qué siempre haces eso?

—¿Hacer qué? ¿Ser perfecta? No lo sé. Creo que Dios tiene favoritos—vuelvo a recorrer su cuerpo con la mirada—. Claramente no eras uno de sus favoritos—sonreí falsamente.

—Nunca dejas que la gente te dé una explicación, quieres quedarte solo con tu opinión y versión de los hechos—ignoró mis palabras y solo tomó el «¿hacer qué?»

—Siempre mientes—la voz me salió fría—. Claramente me quedaré con mi versión de los hechos. ¿Sabes porqué?—me aparté—. Porque son reales.

Di media vuelta dispuesta a alcanzar la primera hora; aunque de seguro ya había comenzado la clase de biología.

A la mierda con los libros, los devolveré a la salida.

Su mano vuelve a agarrar la parte trasera de mi chaqueta y me jala hacia él. Su torso choca contra mi espalda, pero no me da la vuelta.

—Suéltame, pedazo de Peter Pettigrew—sabía que no entendería la referencia, pero era un buen insulto y no lo desperdiciaría.

—Deja de ser caprichosa y quédate quieta—habló.

¿Me acaba de llamar caprichosa? ¿Y este qué se cree?

Escuché como con su otra mano buscaba algo en su bolsillo trasero. No me di la vuelta. Sentí algo frío en mi cuello e inmediatamente bajé mi mirada, creí que era una daga o algo-con Derek nunca se sabe-, pero era mi collar. Era el mismo collar que había perdido, y él lo había encontrado, guardado y me lo había traído.

Tiene que hacer mucho más que eso si quiere que lo perdone.

—No te daré las gracias—dije rápidamente

—No hace falta—sentí como quitaba mi cabello para tener más acceso—. Me estás hablando, eso es mucho. Créeme, pensé que lo primero que harías era romperme los huesos.

—Oh, eso iba hacer—contesté—. Luego de romperte los huesos iba arrancarte la cabeza—solté sin más—, pero me acordé que estamos en el estacionamiento de la escuela y la verdad, tengo demasiada flojera para andar deshaciéndome de tu cuerpo.

Una pequeña risa escapó de sus labios, era tan bajo que de seguro si no tenía audición de lobo no lo iba escuchar.

—Listo—susurra y el collar ya estaba colocado en mi cuello

acomodo mi cabello.—Púdrete, perdedor.

Comienzo a caminar, ignorando la presencia del sujeto detrás mío, pero él habló en voz alta aunque eso no detuvo mi andar, lo oí e ignoré.

𝐓𝐑𝐈𝐇𝐘𝐁𝐑𝐈𝐃 | 𝐓𝐞𝐞𝐧 𝐖𝐨𝐥𝐟Место, где живут истории. Откройте их для себя